jueves, 10 de diciembre de 2009

LA PARADOJA DE VENEZUELA Y EL PETROLEO

Tomado de Pizarrón
Centenario de Arturo Uslar Pietri
Universidad Metropolitana. 2006:435-436

Paradójicamente, la grave crisis que afecta a Venezuela en Lo económico, en lo social y el lo político tiene su causa principal en la riqueza petrolera en manos del Estado. En el fondo aparece el hecho fundamental de la contradicción, muy difícil de resolver, entre el Estado cada vez más rico y el pueblo cada vez mas pobre.
Los partidos que han gobernado a Venezuela en el último medio siglo no han sido capaces ni de comprender, ni de plantear, ni mucho menos de iniciar una política de balances, contrapesos y verdadero desarrollo nacional que fuera mucho más allá del estatismo creciente, el paternalismo ilimitado y la desnaturalización casi insalvable de todas las funciones económicas y sociales del país.
El desarrollo de la riqueza petrolera en Venezuela pasó por varias etapas sucesivas y diferentes. Hubo una primera etapa, desde la iniciación, en la que aquel país pobre, de limitada capacidad productiva, poblado de campesinos, comenzó a descubrir con asombro la presencia avasalladora de esa nueva riqueza. Era una riqueza que no la producía el trabajo nacional, ni el crecimiento económico del país, sino que era debida, exclusivamente, al hecho azaroso de que en el subsuelo del territorio se habían descubierto inmensos yacimientos de petróleo, que el petróleo de esos yacimientos era constitucionalmente propiedad exclusiva del Estado y que, por lo tanto, de una manera puramente accidental, el Estado se fue haciendo cada día más rico y poderoso, independientemente de la nación.
Era evidente que esa antinomia entre el Estado y la nación iba a provocar muy peligrosas consecuencias de desajuste económico y social e iba a desatar un proceso incontenible por medio del cual el Estado iba a ser más rico y dispendioso en medio de una nación que, a su vez y por efecto de la misma causa, iba a depender para su bienestar del gasto público. No faltó quienes advirtieran ese inmenso riesgo. Hace ya sesenta años se me ocurrió lanzar, en una forma simple y directa, lo que podría ser la consigna y la orientación fundamental de esa política de verdadero crecimiento. Propuse “sembrar el petróleo”, lo que no era otra cosa que tratar de defender el futuro nacional de las deformaciones que la inmensa capacidad de gasto del Estado podía producir de manera muy peligrosa.
Fue a partir de 1973 cuando la situación se hizo más grave y sus consecuencias se hicieron sentir de manera creciente. Los precios del petróleo, que ese año habían oscilado alrededor de dos dólares y medio por barril, se dispararon en una galopa impresionante a vertiginosos niveles que fueron aumentando continuamente hasta sobre pasar los treinta dólares por barril. Eso ocurrió, precisamente, mientras gobernaban en Venezuela partidos políticos caracterizados por sus declaradas tendencias estatizantes, intervencionistas y partidarias de la dominante tendencia del Estado como creador d todas las grandes empresas de supuesto desarrollo económico. Se creó así un sector público gigantesco, que alteró todas las formas de la vida nacional. El Estado se convirtió en le mayor banquero, el mayor financiador, el gran creador de empresas de todo tipo.
El sector público, literalmente, se tragó al país. No solo la burocracia y el gasto crecieron sin límite, sino que prácticamente todas las actividades, desde las relaciones de trabajo hasta el crédito, pasaron a depender en muchas formas del subsidio del Estado. Ese inmenso flujo de riqueza, que digerido y concebido de otra manera hubiera permitido el desarrollo efectivo de una nación moderna, próspera, equilibrada y creadora de riqueza, tuvo más bien un efecto esterilizante y desnaturalizó todas las relaciones económicas al subsidiar el conjunto nacional en todos sus aspectos, públicos y privados.
Semejante anomalía no era sostenible y tenía que desembocar más temprano que tarde en la inmensa crisis social, política y económica que hoy cubre a Venezuela entera. Revertir esa situación, reducir el sector público a dimensiones normales y aceptables y echar las bases para una actividad económica y social, sana y autosustentable, es ahora más que nunca el gran desafió que Venezuela tiene planteado. Desgraciadamente, los efectos del pernicioso sistema de subsidios y dádivas han creado muchas formas de dependencia que procuran defenderlo y mantenerlo.
Éste y no otro es el gran desafió de Venezuela: hacer ahora lo que no intento o no quiso hacer antes, cuando era más fácil, con la voluntad decidida de cambio, de enmienda y rectificación ha fondo de los errores que han llevado al país a esta paradoja trágica.
Agosto de 1996 (s.f)

lunes, 30 de noviembre de 2009

UN MUNDO SIN UTOPÍA

UN MUNDO SIN UTOPÍA
Fuente Directa: PIZARRÓN
Centenario de Arturo Uslar Pietri
Universidad Metropolitana 2006

Muchas son las cosas que han cambiado en el mundo en este fin de siglo y muchas mas las que habrán de cambiar. Si algo es evidente es que los hombres de este tiempo vivimos en una de las mas grandes épocas de crisis intelectual y de transformación ideológica. Por los menos desde el siglo XVIII, en una buena parte desde que Tomas Moro escribió la Utopía, el pensamiento occidental concebía el poderoso mito de que era posible una sociedad enteramente justa y libre.
Fue una idea mal definida pero de infinito poder atractivo, que ocasionó grandes guerras y revoluciones.
Desde Tomas Moro hasta Robespierre, y hasta Lenin, la historia universal estuvo dominada por el gran mito de la promesa revolucionaria, que llego en su momento mas extremo a dividir el planeta en dos campos hostiles: el que representaron los Estados Unidos y sus aliados y el que represento la Unión Soviética con la promesa de un cambio radial de la sociedad y el hombre.
Ese conflicto fundamental parecía conducir, inevitablemente, hacia una tercera y definitiva guerra mundial, de la cual difícilmente hubiera podido sobrevivir la civilización tal como la entendemos. Sin embargo, ese terrible enfrentamiento se deshizo pacíficamente con el colapso de la Unión Soviética y el mundo entró, sin darse mucha cuenta, en una nueva situación global que muy pocos pudieron prever.
Desde el siglo XVI, con la imaginación utópica de Tomas Moro, hasta 1917, cuando Lenin toma el poder en Rusia, se desata una revolución que parecía conducir irremediablemente a la confrontación final. Sin embargo, la Tercera Guerra Mundial no ocurrió y el enfrentamiento del Este y el Oeste, que parecía destinado a desembocar en una gran tragedia mundial, se disolvió inesperadamente.
El colapso de la Unión Soviética es uno de los acontecimientos más extraordinarios de la historia contemporánea. Casi nadie lo llegó a prever y todos los seres humanos vivieron durante medio siglo bajo el frágil equilibrio del terror nuclear. Súbitamente, de una situación de víspera prolongada, de una hecatombe mundial se paso a un mundo enteramente diferente, que todavía no conocemos bien, ni apreciamos en todas sus características.
Ha surgido un mundo con una sola superpotencia, que son los Estados Unidos de América, agitado y dividido por numerosos conflictos internos, pero sin amenaza de guerra mundial.
El enfrentamiento del Este y el Oeste era fundamentalmente ideológico. Eran dos concepciones opuestas de la sociedad y el hombre que se enfrentaban y amenazaban en todas las formas imaginables. Con todos sus riesgos, esta situación estableció de hecho una división del mundo clara y evidente, caracterizada por el creciente poderío y la amenaza a la paz de los países del bloque soviético. Esta situación cambio súbitamente. La Unión Soviética desapareció como gran potencia que aspiraba al domino mundial y surgió un mundo distinto, para cuyas previsiones no contamos con antecedentes.
Posiblemente, el rasgo más importante de este cambio es la desaparición del enfrentamiento ideológico. Lo que ha llegado a predominar en el mundo entero es un abandono de las ideologías militares.
Es muy significativo que en este momento de la historia, en que existen focos de guerra en más de cincuenta países, no haya ningún enfrentamiento internacional. Este es u hecho de inmensa significación.
Lo que hay en toda la redondez de la tierra son enfrentamientos internos y locales que tienen un carácter completamente diferente al panorama que ofrecía el mundo durante la Guerra Fría.
Ciertamente, la presencia de la esperanza utópica fue uno de los grandes agentes de la historia del mundo, por lo menos desde el siglo XVIII. Este hecho constituye, ciertamente, un inmenso cambio en la situación del mundo y en las perspectivas del futuro inmediato.
Después de vivir bajo el imperio de la Utopía durante varios siglos, el mundo se ha quedado sin ella, lo cual, sin duda, lo hace mas difícil de entender, aunque al mismo tiempo lo haya hecho mas pragmático y pacífico. Acaso lo mas importante del siglo XX, tan abundante en guerras y cataclismos sociales, haya de consistir en el simple y enorme hecho de la desaparición de la utopía.
19 de octubre de 1997

martes, 17 de noviembre de 2009

QUE ES LA FILOSOFIA


J. M. Briceño Guerrero. Ediciones Puerta del Sol

Además de sufrir una gran desorientación vocacional, profesional, política, social, artística y hasta sentimental los venezolanos estamos desorientados fundamentalmente en lo que respecta a nuestro propio ser.
El estudio de la Filosofía está necesariamente ligado a la totalidad de la problemática humana; por eso nos conduce tarde o temprano a reflexionar sobre nuestro ser y a buscar el sentido que el pensamiento filosófico mismo pueda tener entre nosotros.
Este trabajo, aunque sugiere algunas hipótesis, no ofrece soluciones; se justifica como intento de plantear el problema de la Filosofía en Venezuela y de iniciar un diálogo al hacer más notoria la desorientación.
En la primera parte describe a grandes rasgos la condición humana y la cultura, como horizonte necesario del problema a tratar; en la segunda traza un perfil de la Filosofía dentro de esa perspectiva; en la tercera enfoca directamente el tema en base a la preparación realizada en las dos primeras partes.
Dada la naturaleza de la serie de publicaciones en que este trabajo aparece, hemos prescindido de todo aparato técnico académico.
J. M. B. G. Mérida, mayo de 1962.

La Filosofía y Nosotros I

La filosofía es posibilidad, actividad y producto del hombre. Para señalar sus caracteres específicos es necesario considerar previamente la condición humana en su conjunto, ya que los diferentes aspectos de ésta se sostienen y definen mutuamente constituyendo un sistema, en el cual cada parte sólo tiene individualidad y sentido por sus relaciones de interdependencia con las demás.
Una comparación, no poco simplista, del hombre con los demás entes nos aclara, por contraste, su condición. Mientras los minerales obedecen leyes físicas ineludibles, los vegetales tienen un ciclo vital perfectamente determinado y los animales están ligados a su mundo circundante por relaciones de interacción casi invariables, gracias a los automatismos del instinto, el hombre, aunque en su aspecto físicobiológico comparte con ellos la misma servidumbre a leyes naturales, se distingue por un alto grado de indeterminación en lo que se refiere a su conducta. No dispone de mecanismos instintivos que le aseguren la supervivencia, o ellos no son, al menos, suficientes para asegurarla. No es como las golondrinas, que encuentran sin brújulas ni mapas los lugares que buscan. El proverbio nuestro “Nadie nace aprendido” describe perfectamente esta situación. En efecto, el hombre necesita adquirir por aprendizaje lo que no le es dado por nacimiento. De aquí la necesidad absoluta que tiene de vivir en sociedad y compartir la cultura que es transmitida de las generaciones adultas a las generaciones en formación mediante el proceso educativo. Cada hombre es portador, transmisor y, a veces, creador de cultura.
Por cultura entendemos aquí no el refinamiento de las costumbres, el intelecto y los sentimientos por su depuración y pulimento de acuerdo con criterios y fines ético-estéticos; sino todo lo que el hombre ha creado y su actividad creadora −cultura culturante y cultura culturada. En el concepto de cultura incluimos la técnica, la religión y los mitos, la moralidad y el derecho, el arte.
La técnica incluye métodos de adquisición: caza, cría, pesca, agricultura, minería; medios y procedimientos de fabricación: alimentación, vestido, habitación, armamento, medicinas; etc., Varía cuantitativa y cualitativamente según las sociedades, pero conserva el mismo sentido y cumple las mismas funciones.
Creencias y mitos sobre el más allá, el destino del hombre, etc., acompañados de dogmas, tabúes y ritos son también parte de la cultura.
La existencia del hombre en sociedad está sometida siempre a reglas de comportamiento, sobre todo a prohibiciones, encaminadas al mantenimiento de un orden, sin el cual no puede haber comunidad, pero que no es dado naturalmente, sino que tiene que ser creado y mantenido por el hombre. Cuando esas reglas se precisan y aclaran, con el objeto de organizar conscientemente la vida social, se convierten
en Derecho, que puede ser el derecho consuetudinario o el derecho escrito de las leyes y códigos.
Las creaciones culturales, ya descritas a grandes rasgos, llevan implícita, en mayor o menor grado, la realización de valores propiamente estéticos. Estos pueden desligarse de todo fin ritual, mágico o técnico y conducir a la creación de obras puramente artísticas.
Las diferentes formas culturales –instrumentos de cocina y modo de comer, canciones de cuna y vasos ornamentales, fiestas profanas y ritos sagrados, el cultivo del rosal y la fabricación de venenos, conocimientos sobre la lluvia y trato de animales domésticos, pornografía catártica y constituciones− están sostenidas y son llevadas por una visión del mundo y de la vida, concepciones sobre el sentido de la totalidad y el puesto del hombre en ella, valores. Dicho más radicalmente: la condición humana conlleva, como estructura específica, una comprensión del ser y del no ser, del todo y la nada, del mundo y del hombre, del sentido de la vida. Sobre esa comprensión descansa la posibilidad misma de la cultura. Esa comprensión orienta la conciencia −el darse cuenta− cuya esencia y manifestación es el lenguaje, espejo viviente del universo.
La cultura, que constituye un todo supraindividual, posee dinamismo propio y tiende a perpetuarse por tradición, mediante una especie de inercia, logrando períodos más o menos largos de equilibrio; pero está siempre expuesta a cambios traumáticos y épocas de crisis, provenientes de contradicciones internas, inventos revolucionarios, agresiones externas o catástrofes naturales. Y, aun sin todos esos inconvenientes, cambia perceptiblemente en cada generación porque su dimensión es el tiempo, su modo de ser el devenir.
La finitud y la precariedad de la cultura son reflejo de la finitud y precariedad del hombre. La cultura está siempre expuesta a ser desarticulada, desmantelada, destruida; el hombre a quedarse a solas con su libertad y su radical angustia.
Pero aun al que le ha tocado en heredad una cultura en estabilidad relativa y, por lo tanto, puede engañarse con respecto a su propia condición, no deja de ocurrirle tarde o temprano, por las frustraciones inevitables de la vida individual, o por una sensibilidad muy aguzada, o por una gran capacidad de asombro, no deja de ocurrirle, alguna vez, que tenga el tremebundo confrontamiento consigo mismo y vea, cuando menos al destello fugaz de una intuición momentánea, la contingencia de su absurda existencia, acechada continuamente por todo género de peligros, condenada a dejar de ser, finita.
La condición humana es fundamentalmente incómoda porque requiere incesantes esfuerzos conscientes, trabajos y preocupaciones que nunca conducen a la seguridad definitiva. “Las zorras tienen cavernas, y las aves del cielo nidos; mas el hijo del hombre no tiene donde recueste su cabeza”. Por eso los dos mitos cardinales de la condición humana son el paraíso perdido y la utopía: Hubo un tiempo en que la humanidad vivió armoniosamente, la felicidad era posesión de todos, no existían ni la miseria ni la enfermedad ni la injusticia ni la angustia; o, la humanidad alcanzará esa armonía por la llegada de un salvador o como culminación de un proceso histórico ineluctable o debe alcanzarla por sus propios esfuerzos. Nostalgia del insecto o anhelo de divinización; las abejas y los inmortales no tiene problemas sociales. Los dos grandes mitos son uno: híbrido horrendo de arcángel y serpiente, el hombre está humillado por haber caído de un previo encumbramiento o por no haberlo alcanzado todavía. Cada individuo, cada pueblo intuye y formula, con mayor o menor claridad, el gran mito. Dicho en otra forma: concibe ideales y valores ante los cuales la realidad vivida queda ensombrecida. De aquí el impulso hacia nuevas formas y el proyecto. El hombre es un hacedor de proyectos, los cuales están siempre expuestos a la frustración.
Lo que da sentido al quehacer humano, orientando y sosteniendo los proyectos, es el conjunto de cosas que se consideran dignas de ser buscadas, conquistadas o preservadas, realizadas: los valores. Valores son la verdad, la comodidad, la justicia, el poder, la salud, la belleza, el orden, la seguridad, el placer, el honor, la gloria, etc. Tanto en los individuos como en las comunidades predominan unos valores sobre otros formando una jerarquía. Frecuentemente hay conflictos entre los
valores; a veces crisis general seguida de reorganización; casi nunca −aunque quizá más a menudo de lo que se cree− un completo nihilismo
axiológico con vocación de caos y de muerte.
A medida que crece y se integra a la vida colectiva mediante la educación −espontánea o sistemática−, el hombre hereda los bienes y valores de la cultura a que pertenece. Es asombroso observar cuán poco
originales somos, casi todo lo que tenemos nos ha sido dado: cada individuo “formado” se parece a un tipo, cae bajo un tipo categorial, para el cual había heredado las condiciones biopsíquicas y el molde cultural correspondientes; parece como si la educación no consistiera más que en aprender un papel, un conjunto de roles, para tomar parte en una gran labor teatral donde pocas veces es necesario improvisar y cuyo sentido está dado por el juego de los valores transitorios de la cultura. Los conflictos del individuo, cuando no provienen de crisis de desarrollo o dificultades de adaptación, son reflejo de conflictos intra o inter-culturales; pocas veces tienen su origen en la dolorosa actividad creadora del espíritu en lucha con la materia.
Pero esa ilusión teatral se explica por la ya señalada tendencia de la cultura a perpetuarse mediante una especie de inercia (la tradición); es posible sólo en largos períodos de relativa estabilidad; se desvanece al considerar que todas las formas culturales son creación del hombre, finitas como él, como él destructibles; el ser humano puede verse en cualquier momento ante un teatro caído, abandonado a su indeterminación, en ejercicio ineludible de su libertad creadora. Pobre de él si se había convertido en actor mecanizado o marioneta.
De todas maneras, cualquiera que sea ese estado de la cultura naciente, en plenitud de realización formal, feneciente− el hombre vive siempre en un mundo cultural y quizá lo que llamamos universo no sea sino, en un sentido más profundo, obra arquitectónica del hombre, verbo humano objetivado en el seno de la tiniebla primordial y el misterio.
Pero la cultura no es homogénea. Pasa con ella lo que pasa con el lenguaje: el lenguaje es prerrogativa del hombre en general, pero se nos presenta siempre en la pluralidad de los idiomas.
No cabe duda que los pueblos son distintos y su peculiar idiosincrasia limita en gran parte las posibilidades de manifestación formal. Esa idiosincrasia señala las direcciones de desarrollo y contiene en potencia las formas que se actualizan en el transcurso del tiempo.
Desde esta perspectiva puede comprobarse que ha habido culturas acabadas, culturas que han agotado, por decirlo así, sus potencialidades. Un análisis estructural de los idiomas o lenguas nos muestra con gran claridad que, antes de toda reflexión teórica, ya tienen los pueblos o comunidades lingüísticas una concepción articulada del mundo y de la vida. Dicha concepción anuncia en cierto modo cuáles van a ser las líneas de desarrollo del pueblo en cuestión.
La cultura dentro de la cual se “forma” un individuo determina en alto grado su estilo de vida, marca para siempre su quehacer, modela su sensibilidad y su actitud valorativa, da un aire característico a su pensar. El individuo, por su parte, puede ser factor importante en el devenir cultural; está en condiciones para ello debido al intrincamiento de determinación y libertad tan característico de la condición humana, pero los auténticos creadores de formas culturales son pocos. Además,
la aparición de esas formas ocurre en el ámbito de la comunidad y de una manera que no es clara y conscientemente intencional; la acción del individuo se mueve en un horizonte cultural ya dado. Es como si pudiera hablarse de creación colectiva, de los pueblos como entidades personoides.

II
¿Cómo ubicamos la filosofía en el horizonte de lo expuesto? ¿Qué lugar ocupa en este contexto? Distinguimos tres conceptos de filosofía: 1) filosofía como dynamis, 2) filosofía como enérgeia, 3) filosofía como ergon. El uso que se da aquí a estas palabras griegas no coincide con el que de ellas hace Aristóteles; las empleamos como recurso lingüístico para dar énfasis a la distinción conceptual que intentamos.
1- Hemos visto que la condición humana se caracteriza por cierta indeterminación fundamental, manifestada en la necesaria creación de la cultura, y que ésta presupone siempre visión del mundo, concepción
de la vida, ideas o creencias sobre el puesto del hombre en el universo y
el papel que está llamado a desempeñar. Aunque no se conviertan en objeto de una toma de consciencia problematizante, estos supuestos sostienen y orientan las manifestaciones culturales y hallan su expresión en los diferentes aspectos de la lengua.
Así como la lengua sirve de medio para la comunicación y, como medio, es más eficiente cuanto más transparente sea; pero está constituida por un vocabulario (expresión de las representaciones y conceptos de la comunidad), un sistema fonético y un sistema formal (espejos del modus cogitandi colectivo) que no se pueden poner en cuestión, en el habla cotidiana, sin entorpecer la función comunicativa.
Así la cultura es medio de supervivencia y realización para el hombre, que la crea, la vive, la utiliza, la transmite; pero conlleva, como principio y fundamento, los supuestos ya anotados, que no se convierten necesariamente en objeto de estudio, sino que más bien tienden a permanecer ocultos.
A estos supuestos que sostienen y orientan la cultura, a estos supuestos que configuran las estructuras de la lengua, a estos supuestos que sólo son posibles dada la condición humana y la comprensión de la totalidad en ella implícita, a estos supuestos que tienden a operar en secreto llamamos filosofía como dynamis, y más estrictamente a la comprensión de donde surgen.
La filosofía como dynamis es universalmente humana: todos los pueblos tienen visión del mundo, concepción de la vida, ideas o creencias sobre el puesto del hombre en el universo y el papel que esta
llamado a desempeñar, enraizadas en la comprensión con −dicha o con− dada en el hecho de ser hombre, en la con-dicción o con-dación humana. (Séanos permitido este juego derivativo).
2- Todos los supuestos de la cultura son estructuraciones de la comprensión primordial, pero no son permanentes y declinan con mayor o menor rapidez para dar paso a nuevas estructuraciones, podríamos decir a nuevos mundos. Ésta su transitoriedad se debe en última instancia a que existen en el tiempo. Cuando declinan, la situación es propicia para una toma de consciencia que descubre su problematicidad. Semejante toma de consciencia no es espontánea porque la intención y la atención del hombre están generalmente dirigidas hacia el llamado mundo exterior y ocupadas en quehaceres culturales; de allí que se facilite más en épocas críticas, pero otros motivos pueden provocarla: el miedo a la muerte, el asombro, el encantamiento producido por el esplendor de las cosas, la angustia vital, el hastío y la cuita existencial.
Esta toma de consciencia, que problematiza lo hasta entonces inadvertido por obvio, puede conducir a una reflexión crítica que se enfrenta a los problemas descubiertos y trata de darles una solución inteligible, orientada hacia una interpretación coherente de la totalidad, interpretación que se problematiza a sí misma y trata de justificarse racionalmente.
El que así reflexiona pretende remontarse a los primeros principios y opera en forma conceptual. Habrá triunfado si logra darse una explicación razonante, autofundamentante de la totalidad, acompañada por las instrucciones correspondientes sobre la forma adecuada de conducirse, o, por la prueba de la tales instrucciones.
Sin embargo, en el transcurso de esa reflexión total fundamental y final no deja de haber supuestos más profundos que pasan inadvertidos y que corresponden a pre-juicios, a decisiones previas, de los cuales el reflexionante por no darse cuenta no se “da cuenta”, de manera que puede tener la ilusión de haber alcanzado su meta cuando en realidad se encuentra muy lejos de ella. Es más, sabemos que la reflexión racional parte necesariamente de supuestos irreductibles, se mueve dentro de límites ya dados. He aquí la finitud de la reflexión racional.
Cuando el problematizador radical de lo obvio y de sí mismo inicia auténticamente la actitud y actividad reflexivas, se lanza ipso facto in medias res; todas las cuestiones, por su estrecha relación e interdependencia, forman una sola: sin embargo es posible y, por razones metodológicas, conveniente distinguir aspectos en ese todo sistemático. Distinguimos tres. Podrían distinguirse más o menos; pero
ninguna de las divisiones aspectales que se pueden proponer es absolutamente necesaria; todas subllevan inevitablemente una decisión, en último análisis irracional, sobre el criterio distinguidor.
Distinguimos pues, tres, siguiendo aproximadamente la acentuación que se observa en la historia de la filosofía: a) reflexión sobre el ser, b) reflexión sobre el conocimiento, c) reflexión sobre el valor.
a) Se trata de un intento racional de concebir la totalidad de lo que es y el significado de Ser. Implica este intento una renuncia previa a toda ayuda sobrehumana, concíbase ésta como se quiera, por ejemplo como una revelación divina; implica, además, complementariamente, la decisión previa de apoyarse en el poder de la razón y operar de manera conceptual, es decir, utilizando sólo recursos humanos.
El pensamiento científico, que consiste en dividir la realidad llamada exterior en campos bien delimitados para estudiarlos de acuerdo con un método preciso, sobre supuestos aceptados e indiscutidos, persiguiendo un saber sistemático con posibilidad de plena realización, −el pensamiento científico es una derivación y degradación del pensamiento filosófico y sólo puede surgir y desarrollarse sobre bases puestas por la filosofía. La idea, por ejemplo, de que el universo es un todo coherente, gobernado por leyes accesibles al entendimiento humano −supuesto imprescindible de la investigación científica− tiene su origen en el pensamiento filosófico y es sólo posible cuando éste se sobrepone al pensamiento mítico.
b) El poder de la razón misma se ha problematizado y el conocimiento de la totalidad se ha puesto en tela de juicio al volverse el pensador sobre sí mismo, escindiendo sujeto y objeto, para preguntarse sobre la esencia del conocimiento, su origen, su extensión, sus tipos y, sobre todo, su validez: concepto y garantía de la verdad.
En un principio, los esfuerzos encaminados a concebir la totalidad racionalmente se hicieron sobre un supuesto indiscutido, pero formulado desde muy temprano en la historia de la filosofía.
Parménides escribió en forma lapidaria: “lo mismo es pensar y ser”. La estructura del ser y la de la razón son la misma. Aunque sin justificación, había allí, en semilla o en botón, una teoría del conocimiento. Pero no pasó mucho tiempo sin que el problema se convirtiera explícitamente en objeto de la reflexión que, después de múltiples ensayos, culminó en el monumental trabajo de Manuel Kant.
De la “revolución copernicana” que este hombre produjo en el filosofar,
con su tratamiento del problema gnoseológico, no se ha recuperado todavía el pensamiento filosófico: los más grandes pensadores actuales viven a la sombra de Kant.
No está de más apuntar que la ciencia, por su propia existencia, plantea problemas gnoseológicos, no en cuanto a su desarrollo interno o a su progreso ya que puede encarar sus dificultades y crisis inmanentes con los recursos de que dispone, sino en una dimensión diferente: la de sus fundamentos. Cada ciencia recibe de regalo el principio, el objeto, el método; pero la filosofía que tiene que buscar siempre su propio principio y cuyos métodos y objeto son problemáticos, investiga, en ocasión de las ciencias, sin negar la validez que éstas tienen dentro de sus respectivos límites, sus condiciones de posibilidad, las razones que permiten su existencia y la sostienen. ¿No son acaso las ciencias creación del hombre? La filosofía yendo al origen, estudia el hecho del surgimiento de la ciencia y las condiciones que, en última instancia, lo posibilitan en el mundo del hombre.
c) El mundo del hombre está estructurado valorativamente. Su arquitectura está configurada por el sistema de valores predominante. Éste determina el grado de importancia que se da a cada actividad, la atención preferencial que se dedica a unos objetos sobre otros e, incluso, la visión misma de los entes. Cada cultura y dentro de ella cada
época −es ciega para ciertos aspectos de la llamada realidad exterior y, en cambio, muy vidente para otros. El estudio del vocabulario, la morfología y la sintaxis de las diferentes lenguas muestra este hecho con asombrosa claridad.
Pero cada cultura tiene, bajo todos los cambios en su estructura valoral exteriorizada, un fundamento valoral menos mutable que no puede destruirse sin producir el derrumbe de todo el edificio cultural, cuyas formas desarticuladas e individuos pasan a ser, en el mejor de los casos, material bruto en el desarrollo de culturas vivientes.
La reflexión filosófica, como tercer aspecto dentro de la triple división que hemos escogido, se dirige hacia el valor, lo tematiza, lo problematiza, toma consciencia de su orden jerarquizado, trata de descubrir su naturaleza, de determinar su modo de ser distinguiéndolo
de los entes cósicos Desde esta perspectiva se presentan tremendos problemas: ¿Hasta qué punto dependen los conocimientos −y la teoría misma del conocimiento− de valores subyacentes a la actividad cognoscitiva? ¿Hasta qué punto está la concepción filosófica de la totalidad, del ente y del sentido de Ser denominada por valores previamente dados, en inadvertida vigencia? ¿No están las ciencias sustentadas y dirigidas por un valor supremo −la verdad− cuya naturaleza es problemática? ¿No parte la filosofía misma de una valoración del intelecto, de la razón, de lo conceptual, no se ha dado acaso en un ámbito cultural definido? Pero también se puede preguntar en dirección contraria: ¿No afecta el conocimiento la vigencia y hasta la validez de los valores relativizándolos? ¿No ha destruido ya muchos? o: La comprensión originaria del Ser, la luz natural neutra ¿no será previa a los valores? ¿No dará la interpretación primigenia y absurda de esa comprensión las estructuras básicas sobre las cuales encuentran los valores su posibilidad de existencia? o: ¿Hay valores ya dados en la desnuda condición humana, o son secundarios en orden de fundamentación, creados? ¿Es el valor una posibilidad de necesaria, pero variable realización? ¿ Hay una jerarquía absoluta de valores? A esta reflexión crítica sobre el Ser, el conocimiento y el valor −empresa teórica, conceptual, dirigida hacia la totalidad, buscadora de su propio principio, problematizadora de lo obvio−; a esta reflexión crítica en su actu-alidad, en su act-ividad, mientras sucede, mientras pone en movimiento al ser del meditador a esta reflexión crítica, en esta forma concebida llamamos filosofía como enérgeia o filosofar.
3) Ahora bien, la filosofía como enérgeia conduce generalmente a la producción de obras filosóficas. Los pensadores han ensayado respuestas a sus propias preguntas, soluciones a sus problemas teóricos y los han comunicado de viva voz o por escrito. Esas respuestas y soluciones tienden a articularse dentro de un todo coherente, dentro de un sistema de pensamiento. Perduran pasando por tradición de maestro a discípulo y adquieren cierta estructura cósica, son semejantes a objetos fabricados, a productos técnicos.
Los que adoptan un sistema filosófico suelen organizarse en escuelas que tienen por objeto el estudio, perfeccionamiento y difusión de aquél. Los integrantes de una escuela encuentran en el sistema que propugnan una estructuración racional de su concepción del mundo y de la vida y de su actitud ante ellos. Cumple pues el sistema una función estructuradora y orientadora del pensamiento y de la acción, además de proporcionar un esquema teórico dentro del cual se puede ubicar simplificándola y distorsionándola, toda la experiencia.
Un sistema filosófico puede degradarse aun más: puede simplificarse y aplanarse para lograr una divulgación más amplia y fácil y convertirse en expresión y justificación de los intereses y valores de una clase social determinada, y servir como arma para conservar privilegios o para destruirlos, en las luchas intraculturales.
A los productos del filosofar, a los sistemas de pensamiento, con su carácter de artefacto y su tendencia a sufrir degradaciones progresivas −refugio contra la intemperie existencial del hombre, organización de los contenidos de la consciencia desmitificada para mantener el equilibrio psíquico, arma intelectual de grupo−; a los productos del filosofar, pues, llamamos filosofía como ergon o filosofías y, en sus degradaciones más bajas, ideologías.
La filosofía como ergon tiene como perspectiva el poder ser utilizada como instrumento, manejada como cosa en el quehacer cultural. Pero no sólo los sistemas son producto del filosofar. La reflexión crítica ya considerada inventa métodos, maneras de tratar los problemas; métodos y maneras que pueden adquirir cierta rigidez ajena a la filosofía como enérgeia, sobre todo cuando se usan de segunda, tercera o cuarta mano. Son los modelos de filosofar; a ellos los incluimos también en la filosofía como ergon.
Sin embargo la forma más sutil en que se presenta la filosofía como ergon es el estilo que caracteriza a la tradición filosófica desde sus comienzos. Ejemplo: se ha estilado siempre tratar el problema de la totalidad mediante divisiones topológicas, agotar el todo mediante su repartición en los departamentos de un esquema fundamental; así nos encontramos con mundo visible-mundo inteligible, materia-forma, cosa en sí-fenómeno, rescogitans-res extensa, sujeto-objeto, etc. A esta
división conceptual se agrega la búsqueda de un ente supremo, ente de
los entes, ente originario que sirva de coronación a una jerarquía arquitectónica de la totalidad intelectualmente reconstruida.
La filosofía como enérgeia, el filosofar surge dentro de una tradición caracterizada por un estilo, modelos y sistemas, surge dentro de la filosofía como ergon. Un amplio conocimiento de la tradición, sin filosofar, además de ser necesariamente superficial, no pasa de ser árida erudición. Un filosofar que ignora la tradición es diletantismo: no
logra la buscada relación directa con los problemas porque se encuentra bajo el imperio de la tradición, tanto más fuerte por cuanto opera secretamente desde la lengua, mundo que nos toca en heredad donde se han sedimentado los pensamientos más altos gastándose y banalizándose. Sin embargo, es interesante lo que resulta del diletantismo unido a la genialidad como en el caso de Federico Nietzsche, quien si bien estaba en muchos aspectos por debajo del nivel
ya alcanzado en la tradición, se elevó sobre ella en ciertos puntos a alturas quizá no logradas todavía por el pensamiento contemporáneo. Deprimente es, en cambio, la erudición unida a la mediocridad como en el caso de tantos profesores e historiadores de la filosofía; pero su función como conservadores de la tradición no es de despreciar.
De manera, pues, que el filosofar (filosofía como enérgeia), se apoya en la tradición (filosofía como ergon) y se manifiesta como diálogo. Pero en ese diálogo el ergon al ser representado en su origen, conduce a la primitiva enérgeia que lo produjo y que es la misma del filosofante, del nuevo interlocutor en el siempre renovado decircontradecir-condecir actual y lúcido. Sólo que es muy difícil, por no decir imposible, “desergonizar” la tradición completamente; su poder tiene como vimos, formas sutilísimas de vivir inadvertidamente. He aquí un aspecto de la finitud del pensador.
Ahora bien, lo que hemos descrito bajo los títulos: “filosofía como enérgeia” y “filosofía como ergon’’ no es universalmente humano. Se trata de posibilidades humanas realizadas sólo en el ámbito de una cultura: la occidental. En efecto, el filosofar es una creación de los griegos, la tradición filosófica comenzó en Grecia; luego se extendió por
toda la Europa occidental, cuya cultura está marcada indeleblemente por el espíritu griego. En todo el esplendor de su florecimiento diverso y diferenciado, la llamada cultura occidental despide una fragancia helénica; atravesando el tiempo, sus raíces más vitales se nutren en el suelo de Atenas, y tienen aire ático sus creaciones más altas, como peloponésico estruendo sus más hondas caídas. Si nos viéramos obligados a resumir en una sola palabra el destino de Occidente, diríamos “Filosofía”. Un ejemplo: fue la concepción filosófica griega de
la totalidad como universo gobernado por leyes, accesible al entendimiento humano, inteligible, lo que posibilitó el surgimiento de las ciencias y su prometéica aplicación. Los griegos son responsables de
ese signo tremendo y ambiguo que marca a la Era Atómica.
Cuando al comienzo de este trabajo enumeramos los aspectos de la cultura en general no pretendíamos ser exhaustivos; sin embargo, la omisión de los aspectos filosofía y ciencia fue intencional. La filosofía y
las ciencias son griegas. La técnica, dondequiera que se presente, supone prescripciones, recetas que, contempladas desde otra perspectiva, se convierten en fórmulas científicas, teoremas, leyes; pero
esa otra perspectiva apenas entrevista por otros pueblos, fue abierta amplia y definitivamente por los griegos con su valoración del saber y del comprender como fines.
La gran civilización técnica, que tiende actualmente, por diversos medios, a imponerse sobre todo el globo terráqueo, no es concebible sin el desarrollo de las ciencias puras, nacidas en Grecia, alimentadas y llevadas adelante por la cultura occidental.
Poniendo ahora las cosas en su puesto hemos de decir: la cultura occidental no es el camino necesario de la humanidad. Grandes pueblos han vivido durante milenios sin filosofía y sin ciencia porque han realizado otras posibilidades humanas más cónsonas con su idiosincrasia y con su peculiar interpretación del sentido de Ser.
Una noción muy difundida de cultura en general la presenta como creación universalmente válida que tiene un centro generador móvil; se la compara, haciendo gala de pésimo gusto, con una antorcha que va pasando de la mano de un pueblo a la de otro; se mueve de oriente hacia occidente, nos dicen, como el sol; cada pueblo hace “contribuciones” más o menos importantes; algunos están a la vanguardia, otros se han quedado rezagados; existen pueblos “primitivos” que tienen por fuerza que civilizarse con la ayuda de sus hermanos mayores, y otros aun “subdesarrollados” que han de multiplicar sus esfuerzos para participar plenamente de los bienes y valores creados por Occidente, los únicos que pueden sacar a la humanidad de la “barbarie” para conducirla a su más alto destino.
No es difícil desenmascarar esta noción como sutil ideología occidentalizante erizada de juicios de valor. Sin esos juicios de valor ¿cómo se podría despreciar la cultura de los guahibos, la de los hotentotes, la de los esquimales, la de los motilones? ¿No son ellos también seres humanos que han inventado su forma de vida, sus palabras de terror, combate y esperanza, su danza de inestable equilibrio entre el ser y la nada, su cultura? ¿De dónde surge esa desmedida arrogancia que lleva a la cultura occidental a convertirse en
juez y emperatriz de todas las demás?.
La expansión de la cultura occidental se debe a contradicciones internas y a su espíritu fáustico y se apoya en el poderío técnico logrado
sobre todo después del renacimiento. Abusando de sus deletéreos artefactos y en olímpico desprecio de los valores de otros pueblos, los occidentales han destruido sin titubear; no hay lugar donde hayan entrado sin desmantelar no sólo las formas exteriores de las culturas no
europeas, sino y sobre todo su arquitectura interna hecha de materiales
sagrados.
Las culturas no europeas han sido derrotadas debido a su inferioridad técnica y a su deslumbramiento ante los grandes juguetes mecánicos de Occidente −abalorios modernos que los llevan a olvidar sus valores más altos.
La única esperanza de los pueblos así derrotados consiste en tratar de conseguir que su derrota sea completa y definitiva. Nos explicamos: con sus templos profanados, sus dioses pisoteados, su quehacer tradicional desarticulado, su concepción del inundo dislocada por implacables invasores, los pueblos “subdesarrollados”, para librarse de la esclavitud, tienen que adoptar las formas culturales de sus opresores, usar sus armas materiales e ideológicas, aprender su ciencia y su técnica, emplear sus métodos de organización social. En caso de triunfo (independencia político-económica, autodeterminación), la derrota cultural no podría ser mayor: transformación completa de acuerdo con patrones extraños a su idiosincrasia, renuncia a sus rumbos creadores más auténticos, enajenación de si mismos. Para vencer a los pueblos colonialistas e imperialistas de Occidente, es necesario dejarse derrotar por su cultura.
Entre las cosas que les toca aprender, importándola como ergon (pero en la esperanza de ejercerla un día como enérgeia) a semejanza de sus amos y enemigos, está la filosofía, nervio central y destino de Occidente.
Repitamos que la cultura occidental no es el camino que aguarda a toda la humanidad, al cual se llega por determinismo intrínseco, sino la posibilidad humana realizada por Europa. Si hoy nos vemos ante la universalización de lo occidental, ello se debe a la fuerza expansiva y gran poderío técnico de esa cultura.
Porque la filosofía como dynamis no conduce necesariamente a la filosofía como enérgeia. La filosofía como dynamis es también arte como dynamis, religión como dynamis, mito como dynamis y puede conducir a formas no filosóficas de enérgeia en la reflexión sobre la totalidad. Los mismos motivos existenciales que conducen a la filosofía, pueden conducir a otras manifestaciones, y ¿quién sabe que la condición humana no puede abrirse a horizontes hasta ahora desconocidos?

III

ahora llegamos a un punto en que podemos formular con sentido una pregunta muy importante: ¿Pertenece nuestra patria, Venezuela, a la cultura occidental? De la respuesta a esta pregunta depende nuestra relación con la filosofía, con la única tradición filosófica del mundo, la occidental. Guillermo Morón dio a esa pregunta, en una de sus obras, la siguiente formulación: “¿Venimos de los griegos?”; formulación concisa, desafiante, plena de sugerencias.
Respondemos: Venezuela (podríamos decir Latinoamérica) está emparentada con la cultura occidental y descendemos de los griegos por línea bastarda. Somos un pueblo mestizo de cultura sincrética, surgida del encuentro traumático de tres tradiciones: la occidental, la india y la negra. Triunfó la occidental. La india y la negra fueron desmanteladas, desarticuladas, humilladas. Todas nuestras instituciones son creación de la cultura occidental; hablamos una lengua europea.
Pero ese triunfo es más superficial de lo que pudiera creerse: las formas culturales qué tenemos no han calado profundamente en el material humano que intentan configurar.
Distinguimos, pues, por una parte, formas culturales europeas más o menos modificadas, y, por la otra, el material humano mestizo. Las formas culturales europeas fueron creadas por los pueblos occidentales en el transcurso de largos siglos de experiencia; desarrolladas y afirmadas en el enfrentamiento con sus propios problemas, son la manera peculiar en que esos pueblos han ido resolviendo sus problemas vitales. Entre nosotros tienen un afincamiento parcial, nos quedan flojas o apretadas; no son nuestras a pesar del bastardo parentesco que nos une a sus creadores.
El material humano no es de por sí totalmente amorfo, antes por el contrario está estructurado aquí y allá por restos fragmentarios de culturas no europeas; ni pasivo: lo arriman fuerzas creadoras que tienden a constituir y expresar la idiosincrasia mestiza, pero que no lo logran porque se encuentran oprimidas, inhibidas, enceguecidas por las formas europeas imperantes.
Esa nuestra idiosincrasia mestiza, que no ha podido manifestarse positivamente en la creación de formas culturales propias, se manifiesta, sin embargo, negativamente de múltiples maneras como oposición, obstáculo y entorpecimiento de las instituciones que nos rigen. Así tenemos: en el trabajo, el “manguareo”; en la educación sistemática, la “paja” o el “caletrazo” mal digerido de manuales por parte de los profesores, el “apuntismo’’ y el “vivalapepismo’’ por parte de los estudiantes; en la vida social, la “mamadera de gallo”; en la producción literaria y artística, el “facilismo” (los signos de un estilo literario y un lenguaje plástico propios se encuentran, pero hay que buscarlos mucho); en la política, el “bochinche”, el “caudillismo”, el “golpismo”; en las posiciones de responsabilidad el “paterrolismo” y el “guabineo”; en la lucha por el mejoramiento personal, el “pájarobravismo”, el “compadrazgo” y la “rebatiña”; en la religión, el “ensalme”, la “pava”, la “mavita”, el “cierre”, los “muñecos” y las “lamparitas”; etc., etc. Es evidente, por otra parte, que en los proyectos, quehaceres y opiniones predominan la emoción sobre el pensamiento, la magia sobre la razón, el mito sobre la historia, la corazonada sobre el
cálculo frío.
Es asombroso lo que puede revelar la observación atenta de la arquitectura y la decoración interna en los diferentes medios sociales de nuestro país. La arquitectura, concreción de todos los aspectos de la cultura y camino hacia ellos, no ha sido utilizada hasta ahora como medio de autocomprensión nacional.
Un estudio de la lengua española en Venezuela, que fuera más allá de lo pintoresco y se dirigiera lúcidamente a los cambios fonéticos y sobre todo sintácticos, mostraría la presencia de factores que no pueden explicarse recurriendo solamente a las condiciones generales del cambio lingüístico intracultural. Un sistema simbólico como la lengua, usado por un pueblo que no lo creó y que por lo tanto no encuentra expresada en él su idiosincrasia, experimenta cambios peculiarmente sutiles, especialmente cuando recursos artificiales como la escritura y los medios modernos de difusión oral, mantienen aparentemente su integridad. Tal es el caso del idioma español en Venezuela (podríamos decir en Latinoamérica); pero los estudios hasta ahora emprendidos son miopes; más allá de la colección de “americanismos”, los pasos dados son tímidos y cortos porque les ha faltado una hipótesis de trabajo de gran aliento.
Ahora preguntamos: si esas oscuras fuerzas creadoras, que constituyen lo más auténtico de nuestro ser y que no han podido manifestarse sino negativamente, tuvieran libre campo de acción, fueran liberadas de la red de estructuras formales que las ocultan y oprimen ¿a dónde conducirían? ¿qué nuevas formas generarían? ¿a qué cultura insospechada darían nacimiento? Es de imaginar que entonces pelearíamos combates íntima y auténticamente nuestros, con total compromiso, en ejercicio de nuestra originaria libertad, con la más genuina autonomía existencial.
Pero cualquier respuesta a estas preguntas es ociosa, ya que, por las razones anotadas para los pueblos no occidentales, reforzadas en nuestro caso por el parentesco señalado y por la no estructuración autónoma de nuestra idiosincrasia, todas las actividades conscientes de
la nación están dirigidas hacia el logro de la plena vigencia de las formas de vida y valores creados por la cultura occidental.
En efecto, la gestión de los gobiernos, los programas de los partidos políticos, la aspiración formulada de la gente bien −a pesar de las profundas diferencias con respecto a método− tienden a la realización de una vida larga, saludable y cómoda para todos; al desarrollo ilimitado de las ciencias y de la técnica para conocer bien el medio físico-biológico-histórico-psíquico y dirigirlo racionalmente poniéndolo “al servicio del hombre”; al refinamiento del espíritu mediante el cultivo de las artes, las letras y el pensamiento europeos; etc. Poner en duda la suprema jerarquía de este ideal significaría desafiar la ira de los dioses, poseer una absurda vocación de martirio o estar irremediablemente loco. ¿Quién podría u osaría en nuestro país oponerse, por principio a la erradicación de las enfermedades y de la ignorancia; a la industrialización; a la introducción del logos, de la ratio, del cálculo, de la planificación en la agricultura y la cría, en la construcción de viviendas, en la producción de bienes de consumo; a la transformación de nuestra mentalidad mágica en tina mentalidad lógica? Los estadistas, los políticos, los economistas, los maestros y profesores, con mayor o menor buena fe y acierto, están embarcados en
esta empresa. Los divide, en el fondo, la diferente interpretación de la propiedad y de la libertad, diferencia que refleja el conflicto actual entre las grandes potencias.
¿No se consagra definitivamente un intelectual, un artista, un investigador científico si sus obras son aceptadas y admiradas en Europa como “contribuciones originales” en el campo respectivo? ¿Y no
debería ser su aspiración mínima estar “al día” con los movimientos europeos en la rama del hacer cultural a que se dedica? Ante semejante estado de cosas, la filosofía en Venezuela puede concebirse de varias maneras: a) Como una de las tantas cosas y actividades que importamos como ergon, en el deseo esperanzado de practicarla un día como enérgeia para llegar al más alto nivel de la cultura occidental. Ésta no nos es extraña: su participación en nuestro surgimiento como pueblo y como república ha sido de la máxima importancia. La adquisición de la tradición filosófica europea y el intento de desarrollarla entre nosotros son deberes inaplazables, porque de lo contrario nos moveríamos en un diletantismo intelectual vergonzoso que no nos dejaría ocupar puesto alguno en la mesa donde dialogan los grandes pensadores de la cultura buena y verdadera. Tenemos escuela de filosofía en las facultades de Humanidades de Caracas y Maracaibo; en el bachillerato humanístico la materia filosofía se explica durante un año; en otras escuelas y facultades no deja de haber de vez en cuando un curso de introducción a la filosofía o historia de las ideas. Ilustres españoles han sacrificado su vida en el noble empeño de enseñárnosla. Si hoy en día imitamos en forma balbuciente al último filósofo que haga “bulla” en Europa o nos concentramos en el estudio de algún grande del pasado, con ostentación y aires de profundidad, llegará el día en que tengamos contacto directo con el espíritu de esa tradición y podamos encarnarlo.
b1) Debe enseñarse una sola filosofía (ergon) la que ha sido diseñada para conducir al hombre a su completa liberación; la que en conocimiento de las leyes que rigen la historia, puede predecir el porvenir; la que hace consciente a cada quien del momento histórico en que le ha tocado vivir y le señala su papel; la que se apoya en el desarrollo de las ciencias apoyándolo a su vez; la única que tiene la historia a su favor. La verdad sobre el mundo y el hombre se conoce ya,
sólo hace falta difundirla, predicarla. Cualquier falla que se crea o se quiera ver en su luminosa estructura, depende del lente interesado con que se mira. Cualquier falla auténtica será pulida, corregida, dejada atrás, pues no se trata de una anquilosada estructura dogmática, sino de un sistema orgánico en perpetuo movimiento dialéctico; sólo las leyes fundamentales, máxima conquista del intelecto humano, permanecen inalterables porque son las leyes de desarrollo de la realidad misma.
b2) Debe enseñarse una sola filosofía (ergon) la que es antesala de la fe y, por lo tanto, de la salvación del alma; la que, en conocimiento de l tránsito por la tierra y prepararlo para la eternidad; la que, sin negar la razón, la transciende por el amor; la única que tiene a Dios de su parte. La verdad sobre el mundo y el hombre se conoce ya, la revelación ha sido explicada y estructurada racionalmente sobre bases sagradas; sólo hace falta predicarla, difundirla, vivirla. Aunque el reino del hombre no es de este mundo, se puede y se debe remediar lo que es remediable, la injusticia social, la miseria; pero no por la violencia, sino por la comprensión y el amor. Existe ya una doctrina clara y bien articulada para lograr este fin. (b3), (b4), (b5), (b6), etc.
c) La filosofía −y todo lo que “por allí humea”− es cosa abstrusa que no sirve sino para complicarse la vida d) Sin despreciar la tradición filosófica europea −hemos dedicado y dedicaremos largos años a su estudio; donde quiera que se filosofe auténticamente habrá de recorrer el pensador sus laberínticos caminos, sufrir sus aporías−; sin menospreciar la estremecedora potencia de las ideologías como artefacto de combate en las luchas intraculturales que producen el cambio, impulsadas por tremendas contradicciones y en rumbo hacia ideales inciertos y cambiantes −los grupos, clases, pueblos en pugna tienen el derecho y la necesidad de forjarse armas ideológicas−; sin escarnecer al hombre que nace, crece, se reproduce y muere de acuerdo con los patrones culturales que lo “formaron”, jamás poniéndolos en tela de juicio, asomándose nunca a sus propios abismos −ser hombre es de por sí ya bastante difícil como para agregarle adrede los problemas de la reflexión filosófica; los muchos aceptan la parte que les toca, se enardecen en su puesto de combate o se encogen bajo los golpes, saborean su mendrugo de amor y pagan puntualmente su cuota de dolor a la vida, no reintrogrediendo intencional y explícitamente su situación−; sin agredir, en suma, ninguna de esas concepciones y actitudes, dejándolas vivir en su plano, distanciándolas como dados, consideramos que es posible y urgente para los que en nuestro país se aplican a la reflexión filosófica romper la enajenación involucrada en el
hecho de instalarse totalmente en cualquiera de ellas, buscar nuestros estratos más profundos y, en aceptación de lo que somos como pueblo, emprender la interpretación de nosotros mismos.
Más acá de los conflictos intraculturales, más acá de la tradición europea, más acá de las formas indias y negras que en extraño sincretismo conviven con las occidentales, más acá de la cultura que no hemos inventado está nuestra idiosincrasia de pueblo, la concreción singular de lo humano en esta tierra nuestra. Pero más acá aun, aquí mismo, centro primigenio, nuestra libertad y nuestra finitud irremediables.
Hemos alienado nuestra radical libertad, por eso las oscuras fuerzas creadoras de nuestro pueblo no pueden manifestarse sino negativamente. A un enfrentamiento de nuestra libertad consigo misma sólo podemos venir por un camino de regreso que atraviese lúcidamente todos los estratos hasta llegar aquí.
Al rechazar y condenar las manifestaciones negativas de nuestra idiosincrasia −oscura y pertinaz defensa en que fulgura la sangre fecunda de dioses mestizos degollados− no hacemos sino enajenarnos más y más.
Para que pueda surgir un filosofar venezolano o un filosofar en Venezuela, una reflexión genuinamente nuestra dirigida a la totalidad, interpretadora del ser y la nada, del conocimiento y del valor, para saber o hacer nuestro destino, para decir nuestro Ser y ser nuestro Decir tenemos que emprender un largo viaje hacia nosotros mismos

lunes, 16 de noviembre de 2009

VIGENCIA DEL PENSAMIENTO HISTORIOGRÁFICO DE DON TULIO FEBRES CORDERO

Rafael Antonio Lunar Leandro
Universidad de Oriente

La Concepción Historiográfica de Tulio Febres Cordero.
Ahondando en la obra de Tulio Febres Cordero, se aprecian referencias a lo que el acontecer historiográfico se refiere, tanto a la forma de escribir la historia, a la importancia de su estudio, al historiador, apreciaciones sobre la historiografía venezolana y las fuentes empleadas por el autor.

A.-Cómo se Escribe la Historia.
Para Febres Cordero la labor del historiador está circunscrita a exponer de manera objetiva, sin dogmatismo los hechos por él investigador a la vez que debe prescindir de “.esas galas con que los buenos ingenios saben hermosearla.”43. En oposición a ello el autor optó en su producción escrita un estilo tendiente “.a expresar las ideas con lacónica sencillez, sin divagaciones ni encumbramientos fantásticos sobre todo en. . . trabajos históricos. 44.

B.- La Importancia del Estudio de la Historia para Tulio Febres Cordero.
Puede afirmarse que en toda la obra de Tulio Febres Cordero referente al tema histórico existe una exaltación al estudio y la enseñanza de la historia pues “. la instrucción logra cultivar buenos frutos en predio de la psicología popular”45 expresando en esta referencia a la instrucción el amplio valor que ella posee, para el logro de formar esas conciencia colectiva, y de esta forma a la vez se aprecia el lugar que esta ocupa en la historia, ya que es “ muy importante. nutrir la mente del niño de conocimientos que lo instruyan y den lustre a su espíritu. 46 y así de esta forma “.enseñarle la historia”47.
De allí que debe tomar de esta según Febres Cordero lo que sea necesario y útil, y no tomar lo que “. Tiene de cuento, o nociones puramente elementales”48 Mas adelante expresa el autor, que siendo ya jóvenes estén”. Conscientes y puedan comprender y meditar lo que estudian. . .”49 para que así puedan formarse“ideas del progreso de la humanidad a través de los siglos, del espíritu que ha dominado en cada época y de los caracteres peculiares cada raza en orden a instituciones sociales y adelantamientos en artes y ciencias”.50, dejando así expresado su pensamiento con respecto al estudio de la historia, pues ella es “pregonera de la verdad”.
C.- El Historiador.

a) El quehacer historiográfico.
Para Tulio Febres Cordero la formación del historiador comienza desde temprano, con el desarrollo intelectual del individuo; ejemplo de ello es su propia formación e interés por la historia, descrito por él de la siguiente manera:

Flores, ensueños y esperanzas esas es la juventud. Así también fue la mía, pero con una rara y genial añadidura: tanto me deleitaba el perfume de las flores, como el olor de las cosas rancias. A los veinte años en pleno hervor de las bellas ilusiones, apartaba muchas veces, los ojos de las cosas más placidas y hermosas, para fijarlos en un sillón viejo, como en un cacharro indígena o en algún pergamino apolillado y polvoriento; y antes que aprender el galante idioma de Víctor Hugo, me aplicaba con todo empeño en recoger la lengua de los aborígenes, deseoso de conocer su fonética y penetrar en su especial estructura (p.51).

Esa inquietud la convirtió en un oficio que él consideraba de aficionado, pero, su interés e inclinación natural, contribuyó a darle valor a nuestra historia – particularmente la del occidente del país- aportando desde su perspectiva, con una producción histórica para la nación. Esa inclinación a todo lo que fuera “prenda” del pasado, esta búsqueda de huellas es lo que más adelante formará su incesante preocupación por el quehacer histórico.
Apreciando Febres Cordero de esta manera el valor que poseían esas joyas de ese pasado, su interés por que se continuara su obra queda expresada en este párrafo cuando señala: “aun hay ignoradas cuantiosas riquezas en el arca insondable de la antigüedad”. 52 y la tarea que debe cumplir el historiador, cuyo trabajo apreciaba, implicaba“, idas y venidas, buscas y rebuscas que a veces exige el trabajo de disipar sombras en torno a un punto histórico” 53.

b) La labor del historiador.
Tulio Febres Cordero siempre tuvo presente la importancia de la historia para todos los pueblos, y, por lo tanto, la del individuo que la estudia. Para comprender la importancia que para el autor tenía esta labor, citemos nuevamente una de sus ideas más acordes al respecto“servir a la historia de un país, es servir a sus intereses más sagrados por que en la historia esta la principal riqueza de las naciones” 54. De allí que la contribución del historiador a lo largo de su labor es la de trazar esos cuadros que conforman la historia, y es por medio de su labor que se va a lograr”. Trazar esos cuadros por escrito, hay que describirlos en el conjunto y los detalles para formarse una idea de la vida y costumbres de un lugar en determinado tiempo. 55 pues solo existe. Una historia íntima, real y verdadera. 56.
c) La objetividad del historiador.
La objetividad es algo que debe estar presente en toda obra seria, y el historiador por lo tanto tiene que practicarla, y para Tulio Febres Cordero es deber de quién se dedique a la historia, despojarse de todo apasionamiento que nuble su sentido común, pues, ésta, según él, es una labor dispuesta a transmitirnos de manera fiel el hecho histórico tal como sucedió, debe ser. “Ajena a entusiasmos y momentáneas conveniencias”. 57.
Señalando igualmente que “los trabajos de historia no exigen vuelo fantástico ni feliz inventiva sino serena y minuciosa investigación sobre los hechos y sus causas”. 58. El interés que mueve al historiador es exponer lo Verdadero fundándose en las fuentes, pues, como el autor dice, no es hacer “gloriosas efemérides.59 sino de apuntar todo “de manera fidedigna” 60.
Su preocupación es la verdad, y es lo que confiere el valor a toda investigación histórica “ya que por el camino de la historia hay que ir siempre con la antorcha de la verdad en la mano”, 61 entendiéndose en esto la responsabilidad del historiador en su forma de ser, ente objetivo para con la historia.
D.- Apreciaciones Sobre la Historiografía Venezolana.
A medida que fuimos consultando la obra historiográfica de Tulio Febres Cordero, se pudo apreciar que una de sus mayores inquietudes era hacer resaltar la historia del occidente del país, con el propósito de hacer incorporar la misma en el contexto general de la historia de Venezuela. También quedó de manifiesto la crítica de cómo se había escrito esa, pues en ella siempre dominaba lo político y lo militar, dejándose de lado otros aspectos importantísimos y sin considerar el acontecer regional y local.
En relación a la temática llegó a señalar que “el vivo interés que despiertan los sucesos políticos y militares, hace que muchos historiadores, por referirse a ellos, de preferencia dejen en el tintero lo que atañe a las costumbres, tradiciones, artes, industrias y medios de vida de cada lugar, cosas que son de tanta importancia para fijar la fisonomía histórica de un pueblo como el relato de los movimientos políticos y acciones de guerra” 62.
En su inquietud por impulsar una nueva forma de escribir la historia y con su idea de que la historia del Occidente fuese reescrita para el resto del país, se dedicó a recolectar documentos, tradiciones orales, objetos indígenas, y toda clase de libros. Ello porque consideraba que hasta ese momento en la historia patria no figuraba mucho sobre el Occidente. Así, apreciaba que “en las historias de Venezuela, hasta el presente publicadas, sin exceptuar la de Baralt, casi no figuran en la parte antigua los pueblos que formaron el Gobierno y Capitanía General de Mérida y el Espíritu Santo de la Grita” 63. Agregando que estos estados “como no tuvieron cronista o historiador propio que diese a conocer sus orígenes, muy pocas son las noticias que sobre ellos se conocen” 64; como también en virtud del hecho de “que por no haber formado parte de la Gobernación de Venezuela estos estados allí reside la razón en que no figuren en la Historia de Oviedo y Baños, la cual se refiere a la Gobernación de Venezuela” 65.
Esto le impulsó a investigar y acopiar gran cantidad de noticias acerca de la ciudad de Mérida, de la región andina y zonas aledañas cuya máxima expresión, quedó plasmada en sus obras, Clave Histórica de Mérida y Décadas de la Historia de Mérida y en múltiples artículos en los que resaltaba una diversidad de aspectos de aquellos espacios históricos. Su obra Décadas de la Historia de Mérida, en la que intentó resaltar la historia emeritense y sus relaciones con el resto del Occidente del país, como igualmente con respecto a los indígenas de los Andes Venezolanos observaba que los estudios sobre ellos no estaban bien desarrollados, tanto en lo concerniente a la forma de vida, como a la de su lengua, al señalar que siendo “pueblos de relativa cultura, en paralelo con los otros de Venezuela para el tiempo de la conquista, muy tarde vinieron a ser objeto de estudios especiales” 66 y lamentando, a la vez, “ver como ha desaparecido casi del todo un idioma que pudo haberse conocido en beneficio de la lingüística e historia precolombina de Venezuela” 67.
En relación a la época colonial, aporta Tulio Febres Cordero gran cantidad de documentos, como también comentarios referentes a los hechos narrados por los cronistas que utiliza como fuente. En lo que se refiere a la forma en que estos emprendieron el estudio de nuestra historia, Febres Cordero señala que se nota una constante “en la opinión de los primeros cronistas de América a este respecto cierta preponderancia al criterio religioso sobre el científico, a que no podían sustraerse ni los ingenios superiores, puesto que era el espíritu del tiempo; y por ello no es extraño ni mucho menos censurable que se pretendiese dilucidar entonces .aquello que ha menester además un paciente y minucioso trabajo en el campo de los hechos” 68. Por ejemplo, cita a Fray Pedro Simón cuando éste, parafraseaba el texto “de aquella profecía del patriarca Jacob sobre la tribu de Isacar de donde toma pié este historiador para presentar a los indios de América como descendientes de tal tribu israelita” 69. Al igual expresa Tulio Febres Cordero a los primeros cronistas españoles en la forma en que se referían a los indios, a excepción del padre Las Casas, en donde “el pobre indio sale siempre mal parado en los relatos” 70.
De la guerra de independencia hace un claro bosquejo donde explica la forma como se había escrito su historia refiriendo los intereses que privaban en cada uno de los bandos para justificar la contienda: “el arrojo y denuedo en el combate era heroísmo en el Republicano y ferocidad en el Realista. El fusilamiento de los prisioneros se consideraba en el patriota como el cumplimiento del tremendo deber en vista del Decreto de Guerra a Muerte, mientras que en el realista se calificaba siempre como un acto de injustificable barbarie estábamos de quién a quién. El mismísimo sistema empleaban los primeros escritores y cronistas realistas en cada patriota veían un maldito, un salteador de caminos” 71 y al respecto añade “por gran dicha los tiempos ya son otros. La exaltación natural de los ánimos del pasado, ya puede el crítico, el biógrafo o escritor señalar lunares que deslucen la faz radiante de nuestros héroes, con la misma pluma con que ensalzaban sus preclaras virtudes” 72. De allí que expresaba su anhelo por que definitivamente se revisara la guerra de independencia lejos de todo apasionamiento y con una percepción “ajena de entusiasmos y momentáneas conveniencias” 73.
En lo que respecta a la época republicana, cuyos primeros historiadores escribieron su historia haciendo resaltar lo “militar”, hace mención de los estudios que hasta ese momento se venían realizando, considerando que “es ahora ciertamente cuando empieza la obra verdadera critica histórica sobre los sucesos de la independencia y la primera época de la nacionalidad venezolana” 74.
Y sobre la revisión de esa historia que hacen los nuevos historiadores dice “de aquí esa afición noble que se observa hoy en mucha parte de la juventud seria y literaria del país a penetrar en los arcanos del pasado, desde los tiempos precolombinos hasta las épocas más recientes” 75.
Entre esos historiadores contemporáneos Tulio Febres Cordero cita a Arístides Rojas, considerado por él como “sabio historiógrafo” 76, igualmente emite juicio sobre Gil Fortoul al reconocer que “ha venido figurando a la cabeza de esta activa falange de investigador” 77. En relación a Eloy G. González, señala que realizaba trabajos sobre los tiempos de la Independencia y la Gran Colombia”.con brillante peregrinación crítica” 78. También señala a Tavera Acosta nombrándole el “copioso e inteligente historiador”.
Podemos decir por tanto que Tulio Febres Cordero, con cierta agudeza y visión analizó la historiografía Venezolana que le antecedió y de su época, haciendo observaciones, rectificando errores y sugiriendo cambios, pues como él apreciaba. “la historia debe ser la mensajera de la verdad, y nadie que sea poseedor de estos datos concernientes a los sucesos pasados, esté eximido del deber de contribuir a depurarla de errores que, ora por pasiones de partidos, ora por que se dé fé a tradiciones equivocadas, se cometen con frecuencia en la narración de los hechos” 79.

E.- Fuentes Empleadas o Citadas por Tulio Febres Cordero.
Como el mismo autor manifiesta, desde su más temprana adolescencia sintió el deseo de investigar cosas pasadas, no con el afán de coleccionar y acumular objetos, sino por transmitirlos, para que a su vez fuesen de utilidad para las futuras generaciones. Su pasión por los archivos, los periódicos viejos, los “cacharros” precolombinos, los relatos orales, y todo cuanto fuera testimonio del pasado, constituyen las fuentes para formar su obra histórica. Pero también supo aprovechar el trabajo historiográfico de cronistas y otros historiadores.
Febres Cordero confirió gran relevancia a los relatos suministrados por los cronistas de Indias “ora ensanchado el relato de estos, ora ratificándolos en vista de documentos que no tuvieron razón para conocer, por hacer dormido sueño de centurias en los archivos” 80; siendo los cronistas de mayor cita: Oviedo y Baños, Fray Pedro Simón, José Gumilla y Fray Pedro de Aguado.
Entre los historiadores contemporáneos de su consulta cita a: Rafael María Baralt, Felipe Larrazábal, en materia de geografía cita a Agustín Codazzi, también nombra a Manuel Landaeta Rosales, Arístides Rojas, Lisandro Alvarado, Luis Alberto Sucre, Laureano Vallenilla Lanz, Telasco Mc. Pherson y José Gil Fortoul, haciendo mención igualmente de los trabajos de José Ignacio Láres. De los historiadores extranjeros refiere a Luis Moreri, Alejandro de Humboldt y Ernesto Restrepo.

F.- Criterios que Orientan su Labor Historiográfica.
Uno de los aspectos que nos llama la atención en la historiografía de Tulio Febres Cordero es su preocupación por el rescate de las cosas que nos son propias. Este criollismo, como el mismo lo define, es parte fundamental de su conciencia histórico cultural, al considerarlo como “orientación permanente, por ser esto lo más ventajoso y lo más conforme con la razón y el patriotismo” 81. De allí que este criterio guió su producción escrita, y ello en razón de considerar que nuestra cultura era el resultado de costumbres “modalidades consagradas por el tiempo, hijas del carácter étnico, de preocupaciones ancestrales, de condiciones climatéricas” 82. Factores que según él nos identifica a cada uno de nosotros como producto de este medio que es Venezuela.
Su percepción del problema como puede apreciarse, siguiendo los elementos básicos utilizados por el Positivismo, le llevó a desarrollar una práctica del criollismo que determinó su concepción de la cultura venezolana, expresada de la siguiente manera: “lo importante y trascendental es tener cultura propia trabajada con elementos del patrio suelo; una cultura única e inconfundible que difiera en psicología y genialidad de las de los otros países; una cultura que refleje el alma nacional y exhiba ante los extraños nuestros gustos y aficciones peculiares; nuestra peculiaridad e idiosincrasia; nuestras tradiciones y costumbres; una cultura que tenga, en fin, olor y sabor a Venezuela” 83
Cultura que para Tulio Febres Cordero no debía quedarse en los límites de la nacionalidad, sino que requería de los elementos exógenos más positivos, sin que ellos llegaran a transformar los nuestros, a fin de que Venezuela pudiera mostrar hacia fuera la riqueza de esa cultura “permanente y trascendental basada en la historia, en la psicología, en los rasgos de carácter y en las costumbres y tradiciones.84 formando todo eso “la honda y sagrada raigambre de la nacionalidad” 85.
De este modo podemos apreciar como Febres Cordero basa la cultura en la historia, la cual está llena de innumerables ejemplos de glorias, que son tesoros inmensos, no para conservarlos sino para exhibirlos ante el mundo.

G.- El Periódico Como Medio de Difusión Histórica.
Tulio Febres Cordero en su extensa producción literaria da muestras de gran erudición, pues abarca el estudio de gran parte del saber humano. En este quehacer recurre al periodismo como medio de transmitir sus conocimientos no solo de lo cotidiano de su ciudad sino también para informar desde las breves columnas de sus periódicos toda una gama de hechos pasados de distinta naturaleza con la finalidad de contribuir a formar una conciencia histórica-cultural, particularmente en los merideños.
La importancia que atribuye al periodismo como vehículo de información, en lo que a la historia respecta puede apreciarse en su deseo de brindar “de tarde en tarde retacitos de historia y párrafos sobre diferentes conocimientos útiles en forma breve y sintética casi siempre”86, breves como se puede apreciar, en los distintos artículos que escribió o reprodujo de otras fuentes, y según él dispuestas a aceptar cualquier crítica dirigida a aumentar la información o corregirla.
Todos los periódicos que editó, y aquellos en los cuales contribuyó con sus artículos, serán medios de comunicación de interés para todos por su contenido cultural abarcando mayormente temas de la historia de Venezuela y algunos de la historia de otros países. Tal es el caso de su más difundido periódico El Lápiz, que estaba impregnado de ese toque característico de lo producido por Febres Cordero, y fue expresión de un empeño por la difusión de la historia a través del periodismo.
El autor comprendió la utilidad de este medio de difusión de ideas y lo aplicó al campo de la historia pues a su entender “el periódico es y será siempre un libro abierto a los ojos del mundo” 87 y de allí que comprendiera su valor como fuente para el estudio de la historia al expresar que es el periódico “un manantial de enseñanza derramado sobre la haz de la tierra” 88 satisfaciendo “la curiosidad general” 89 y por su importancia como tal le llevan a escribir que “es depósito sagrado en que queda la memoria de los hechos, material que ha de servir en kalendas más remotas para levantar el sólido monumento de la historia”90. De esta manera se puede apreciar la utilidad, el valor y el objeto del periódico, al cual se refiere Tulio Febres Cordero de esta manera “romper un periódico equivale a privarnos en lo sucesivo de una cosa útil y cuidado que la pérdida es irreparable” 91.
Los periódicos editados por el autor y los cuales tuvieron más difusión fueron: El Lápiz (1885) El Centavo (1900) y El Billete (1902). En cada uno de ellos aparecen artículos referentes a historia local, regional, nacional y de otros países, hacemos notar que el más completo, y dedicado al tema de la historia fue El Lápiz, el cual en toda su duración fue vehículo de difusión de ideas, noticias históricas, repertorio bibliográfico y artículos de las más variada índole cultural.

H.- Consideraciones Sobre la Concepción Historiográfica de Tulio Febres Cordero.
En lo referente a la historiografía podemos apreciar que el autor trató de exponer los hechos por él investigados de una manera clara y sencilla, pero esto no es suficiente, el historiador debe tratar de describir los hechos de una manera en que lo sencillo no esté reñido con la fiel exposición de los mismos, y que es producto de un examen crítico y profundo de los hechos y sus causas, dando a conocer lo básico del proceso histórico estudiado.
Estamos de acuerdo con Febres Cordero en lo que se refiere al estudio de la historia y nos permitimos añadir que es necesario su estudio para así comprender mejor al hombre y su devenir. Todo esto en función de fijarnos una perspectiva ante el mundo, pues por medio de la Historia obtendremos una global apreciación de lo que somos y hacia donde vamos.92
Con respecto a la opinión del autor en referencia a cómo debería ser el historiador, fijamos nuestra posición al reafirmar que el individuo que se dedique al estudio de la Historia debe hacerlo por vocación y estar consciente de la función que va a desempeñar con respecto al mundo. También debemos expresar que gracias a un buen estudio de técnicas y una metodología adecuada que le sirvan de instrumento para emprender su tarea logrará obtener buenos resultados en su campo de estudio: el devenir humano.
En lo tocante a la objetividad encontramos una correspondencia con la concepción positivista. Al igual diremos que el historiador no puede ser del todo objetivo, siempre le impulsará alguna motivación, pero está en cada cual tratar de dirigir su investigación de la forma más imparcial posible, pero no impidiéndole esto tener una visión seria del objeto de estudio.93.
De la historiografía Venezolana hace Febres Cordero una crítica a la forma, en que se dirigieron los estudios históricos en Venezuela hasta ese momento, y estamos de acuerdo con él pues hasta entonces todo el enfoque de la misma se dirigía a exaltar héroes, enumerar batallas y referir acciones políticas.
Debemos reconocer el aporte en datos que nos ofrece Febres Cordero, y los cuales juzgó necesarios para incorporar la historia del Occidente del país, al acontecer historiográfico del resto de Venezuela. Inquietud ésta que siempre estuvo presente en él, y de allí su extensa producción sobre esta área del conocimiento histórico venezolano.
En cuanto a las fuentes por él utilizadas es de destacar su gran inquietud por documentarse y aumentar los testimonios para enriquecer el conocimiento de la realidad histórica estudiada.

jueves, 2 de abril de 2009

LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA “Activista y Revolucionario”

LUIS BELTRAN PRIETO FIGUEROA
“Activista y Revolucionario”
Autor:
Prof. Suzuky Margarita Gómez Castillo
suzukygomez@gmail.com
Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Instituto Pedagógico de Miranda "José Manuel Siso Martínez"
Especialista en Planificación y Evaluación de la Educación (USM)
Magíster en Historia de Venezuela. (UCV)
Candidata a Doctora en Historia (UCAB)
Miranda - Venezuela
Año: 2008


Luis Beltrán Prieto Figueroa “Activista y Revolucionario”, ejercicio que reconstrucción de la Historia Social e Institucional de la Educación y la Pedagogía en Venezuela y el papel que jugó Luis Beltrán Prieto Figueroa como educador.Para la realización del mismo se investigó como depositario principal el Archivo Luis Beltrán Prieto Figueroa, para la comparación se utilizaron documentos contenidos en la Colección Pensamiento Político Venezolano del Siglo XX, las entrevistas compiladas por Guillermo Luque, se cotejo con la prensa escrita de la época, sin olvidar los valiosos aportes de la Bibliografía especializada.
Los Primeros años "de Margarita a Caracas" bajo la Ley de Libertad de enseñanza.
Luis Beltrán Prieto Figueroa (1902-1993), nace en La Asunción, (capital de actual Estado Nueva Esparta), hijo de Loreto Higuerey joyero de oficio, hombre culto y ávido lector. Su madre doña Josefa María Figueroa González es panadera expresa Lovera De Sola, R "vio luz en un hogar de intensa inquietud política y arraigado celo cultural". Desde niño y bajo la influencia familiar fue estimulado a la lectura virtud que le acompaño el resto de su vida.
Realizó los estudios primarios en la Escuela Federal Graduada Francisco Esteban Gómez de su ciudad natal (1918) y en la misma a los 18 años se inicia como maestro, situación regular para la apoca señalado por Jesús Lasheras"…la constitución, se basa en la libertad absoluta que tiene cada ciudadano para enseñar lo que a bien tenga, dentro los límites del orden público, la moral, y las buenas costumbres…". Tiempo después comenzará sus estudios de secundaria en el Colegio Federal La Asunción hasta que fue clausurado 1925, cuando se traslada a la capital abandonando su terruño, por el deseo de culminar sus estudios secundarios. Resulta oportuno entonces exponer lo siguiente:
Prieto realizó su educación elemental en su ínsula natal. En 1914 concluyó la primaria en la "Escuela Francisco Esteban Gómez". Luego debió entrar a trabajar para el sostenimiento familiar. Esto es buena prueba que el trabajo no le hace daño al niño sino que no sólo le educa sino que lo enseña a vivir como lo dijo Arturo Uslar Pietri…esto en el caso de Prieto no dejó de laborar, en un finca, como encargado o en su propio negocio en el cual vendía almidón y aceite…y la inquietud por formarse nunca lo abandonó.
Este anhelo casi se ve arruinado ya que para la época nuevas modalidades de estudio se habían hecho vigentes y no le reconocen plenamente la primaria cursada en La Asunción, situación que marcará la vida pública del maestro y que años más tarde deberá enfrentar junto a su equipo. Su problema es el resultado de una política educativa que comienza en enero de 1913, y posterior a la clausura de la Universidad Central de Venezuela, donde el ex rector Dr. Felipe Guevara Rojas es nombrado Ministro de Instrucción Pública y decreta la libertad irrestricta de enseñanza. En este mismo orden, Lasheras (que cita Fernández Heres, Rafael en Memoria de cien años), nos ilustra:
Para complemento de las medidas mencionadas…el Ministerio se ocupa de la cuestión, no menos grave ni menos compleja, de la enseñanza privada, especie de escondrijo donde se refugian en última instancia todos los errores que no trata de extirpar en los planteles públicos, amparados por el justo renombre y legitima reputación que algunos Institutos particulares han alcanzado en el país. El público, por tanto tiempo palpo la inanidad de las antiguas Escuela Federales, de atraer y seducir fácilmente por los nombre, pomposos o piadosos, de que se valen empresas particulares, de explotación más bien que de instrucción, con perjuicio de uno de los más sagrados intereses de la comunidad. Ya el Código de Instrucción Pública vigente había señalado el rumbo en la lucha contra los abusos de este género prohibiendo que se le dé a los planteles particulares una denominación que no corresponda a la instrucción que efectivamente suministran, y que por esta razón pueda inducir a error acerca de la misma naturaleza y extensión de la misma…La enseñanza privada es libre por su naturaleza misma, pero para que obtenga validez legal, tiene que ser dada por personas provistas de títulos o certificados que acrediten su idoneidad, y conforme a los programas oficiales…"[6]
En 1914 el Ministro Felipe Guevara Rojas, demanda el Código de Instrucción Pública de 1912 por inconstitucional en los artículos referentes a la enseñanza privada por estar en contradicción con la garantía de libertad de enseñanza y se amparándose en la Constitución Nacional Vigente para la época y obtiene como resultado que el régimen de libertad de enseñanza no priva al Estado de su control, ya que conservara la potestad de velar por el orden y los intereses sociales.
Señala el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa años más tarde en un análisis sobre esta situación:
La declaratoria de nulidad del Código de instrucción de 1910, determinó la aprobación de una serie de leyes, que si bien inspiradas y mejor estudiadas que las anteriores, desde el punto de vista estrictamente pedagógico, introducían en el país un sistema de libertad de absoluta en educación en la educación que no estaba de acuerdo con nuestras tradiciones, ni se avenía con la modalidad especial de la psicología del pueblo venezolano, ni mucho menos se acordaba con la evolución de las ideas de política educacional aplicadas en el mundo entero. En estas leyes, sin embargo, se conservo el control absoluto de los exámenes que se ejercía por intermedio del Consejo Nacional de Instrucción, organismo a quien competía realizar los exámenes desde la educación primaria hasta la superior, impartida esta en escuela especiales por estar cerrada la universidad.
Cualquier ciudadano podrá fundar establecimientos docentes y enseñar cualquier área de conocimiento sin necesidad de previa licencia, ni sujeción a reglamentos, pero en cuando se trataba de la entrega de títulos profesionales, certificados de Primaria y Secundaria era exclusividad de Estado ya que se planteaba una situación no de instrucción sino de orden público, y el Estado establecía su control a través de un cuerpo de examinadores independientes de la institución. Se convierte esta situación en la primera prueba de constancia que formará en Luis Beltrán Prieto Figueroa su personalidad, ya ve de cerca como estudiante las desigualdades entre los ciudadanos de un mismo Estado, él no recibe su Certificado de Primaria. Y supera esta adversa circunstancia por la única salida que se le presenta, la cual consiste en repetir el 4°, 5° y 6° grado.
Llega Prieto a la capital y cursa estudios en Liceo Caracas (luego Andrés Bello), que era dirigido por el maestro Don Rómulo Gallegos (1884-1969), debe alternar su preparación con un trabajo que aliviara sus penas económicas, el de vigilante privado del Instituto Bolívar de Rafael Naranjo Ostty, del cual llego a ser Maestro y Director. Es Ministro Rubén González, este desde un principio abre un proceso contra la concepción de Guevara Rojas (1916 +), el Ministro plantea que la Libertad de enseñanza, tal como se venía aplicando, no convenía a nadie, ya que sus procedimientos nos resultaban ajenos y por otra parte argumentaba que era el Estado el que poseía el derecho no solo controlar el producto del proceso formativo sino también el proceso mismo. Es por ello y "basado en estos conceptos [que] terminará redefiniendo la función del Estado en educación y libertad de enseñanza".
Para 1927, se gradúa de bachiller en Filosofía y Letras y presenta como tesis un trabajo titulado "La adolescencia: estudio Psicopedagógico “que trasluce su necesidad de trabajar con la juventud, posteriormente ingresa a la instrucción pública, en 1928 se integró a la Universidad Central de Venezuela para cursar estudios en Derecho, en 1929 es maestro en la escuela Ángel Rivas de El Valle. En el país dentro del ámbito de las políticas educativas, se continúa el debate profundo suscitado en 1924 cuando se sanciona la Ley Orgánica de Instrucción, la cual restablece el papel vigilante del estado en la educación y surge la "Concepción que desembocará en el estado docente", se elimina la libertad de estudios.
Los debates y críticas entre sectores que defienden o difieren de esta ley alcanzará a 1929, pero Rubén González le da un giro a la relación Escuela y Estado, donde la última toma su rol de tutor y de allí en adelante la definición de Instrucción Pública se aplica de la siguiente forma:
Por instrucción pública se entenderá aquella en que "se de la enseñanza y se expidan las certificaciones de estudios necesarios para la obtención de un certificado o título oficial" sean los institutos públicos o privados, y "por instrucción privada la que se da en institutos o cátedras no inscritos y que por consiguiente no persiguen el fin indicado.
La explicación del Director de la cartera de Instrucción no fue bien tomada por las autoridades eclesiásticas y mucho menos por los dueños de las instituciones privadas, recoge Rafael Fernández Heres en su Memoria de Cien Años, que el Arzobispo de Caracas, Mons., Felipe Rincón González, demando las Ley de Instrucción pública ante la Corte Federal, alegando que era un medida contra la garantía constitucional de libertad de enseñanza, en palabras del mismo autor ya mencionado, por ser del agrado de Gómez el Arzobispo retiró su iniciativa, dando paso a una comisión de seis juristas que en representación de las partes estudio el problema. Esta comisión acordó por mayoría que había colisión entre la Constitución y las Leyes de instrucción en referencia y el problema se superó.
La intransigencia de algunos representantes de establecimientos privados de instrucción se continúo sintiendo, oponiéndose a la nueva legislación, esto lo podemos aseverar en las memorias de instrucción de años posteriores, y consideramos importante señalar que con frecuencia la respuesta a estas solicitudes estaban contenidas de descalificaciones, acusándose a estos ciudadanos entre otras palabras de "Individualistas y Antisociales". Es este el panorama en el cual comienza a desenvolverse el joven Prieto al iniciar formalmente su carrera docente entre la Escuela Federal República del Brasil (1930), la Escuela Federal República de Paraguay (1932-1936), el Colegio San Pablo (1932-1940, Profesor de: Psicología, de Geología y Mineralogía), el Colegio Católico Venezolano (1932-1940, Profesor de Castellano), espacios donde instruirá y creara sus redes de políticas educativas y gremiales.
Durante el periodo 1932-1936, el maestro Prieto Figueroa también ejercerá como Profesor de castellano en el Liceo Andrés Bello. De allí pasa a ejercer en la Escuela Normal de Caracas (1936-1937, Profesor de Psicología), que posteriormente se llamará Miguel Antonio Caro. Ayuda además, en el Instituto Pedagógico Nacional (1936) donde ejerce como Profesor de Educación Cívica y Sociología de la Educación. Funda junto a otros insignes venezolanos en 1932 la Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria en un país donde todo estaba prohibido, esto constituyo una hazaña y no conforme a ello también erigieron la Asociación Cultural femenina en la cual el maestro participo activamente la sede de ambas fundaciones la constituía el Colegio San Pablo regentado por los hermanos Martínez Centeno.
En 1933 conoce a su futura esposa, Cecilia Oliveira Rangel, estudiante de la Escuela Normal de Señoritas. Con ella engendro 12 hijos: Luis, Lilia, Cecilia, Delfina, Nirma, Gonzalo, Edgardo, Delfina, Ana, María, Lesbia, Dida y Olga. En 1934, se gradúa de doctor en Ciencias Políticas y Sociales, en la Universidad Central de Venezuela (UCV), con la tesis "La Delincuencia Precoz", cuyo contenido se desarrolla en explicar los problemas juveniles desde tres ejes , lo legal, lo pedagógico y lo sicológico, es parte de una serie de trabajos que desarrollaría Prieto a lo largo de su vida.
Contexto Político Educativo en el Tiempo Pre revolucionario
Sociedad de Maestros de Instrucción Primaria. El Tiempo Gomecista. 1932-1935
La Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria (S.V.M.I.P.) se funda en Caracas el 15 de enero de 1932, se reunieron un grupo de maestros en la Escuela República del Paraguay, en la esquina de Cují, con el propósito de de dar forma a un proyecto muchas veces conversado y que evidenciaba la necesidad de acción y participación de estos docentes, la dictadura de Gómez era muy estricta, en la Venezuela de esa época no se conocen libertades, son escasas la publicaciones especializadas, son restringidos los espacios para discernir y los maestros encontraban muy pocos lugares para combatir esta situación, escasamente se podía saber que pasaba fuera de nuestra fronteras, es allí cuando surge la necesidad de crear una agrupación que les permita crecer. Se tomo de Guillermo Luque la siguiente cita:
Tenían esos maestros como motivación principal el común interés por la renovación de la educación venezolana tanto en sus métodos como, y no menos, en esa mezquina orientación social que mantuvo en el analfabetismo a las mayorías.
Y fue así como un grupo de maestros en ejercicio de sus funciones docentes se organizo y crean la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria. Pero este grupo de maestros contaban con la presencia de líderes, entre los cabe mencionar por supuesto al maestro Prieto, acompañado de su paisano Miguel Suniaga, egresado de la Escuela Normal de Maestros y quien laboraba en la Escuela República del Brasil, otros fundadores son Víctor Manuel Orozco y Luis Padrino; encargados de la promoción, dando charlas, realizando conversatorios y reclutando a los docentes recién graduados o en el último años con el fin incorporarlos a las actividades.
También los directivos eran incorporados a la organización, podemos mencionar a Cecilia Núñez Sucre, subdirectora de la Escuela Normal de Mujeres, se integraban todos aquellos que sentían necesidad de ampliar sus horizontes como fue el caso de la Dra. Mercedes Fermín, José Rafael Mena y José Antonio López. Se invitaba y se iban integrando, en razón a esto expone la Dra. Mercedes Fermín, en una entrevista que le proporciona a Guillermo Luque:
Acudió a esa llamada también la Escuela República del Brasil, que eran maestros distinguidos, no tan jóvenes, pero muy inquietos e interesantes como doña Rosa Venegas e Isaura Correa, que después fue directora de la Escuela Normal; debemos agregar a doña Virginia Ruiz, Ana Gertrudis Soep, Manuela Álvarez, quien después fue directora de la Escuela Normal Gran Colombia, maestra muy distinguida No los recuerdo a todos, pero estoy en viendo en este momento las reuniones que teníamos y que culminaron en esa constitución de la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria, para lo cual ofreció el local de su colegio el profesor Núñez Ponte, puesto que nos reunimos ahí, en el colegio Sucre, que quedaba justamente en la esquina del Cuji, frente a frente con la Escuela República del Paraguay.
La idea de Constituir la S.V.M.I.P. tenía muy aparte de los objetivos ya planteados los promover la participación de la elite educativa venezolana, formar lideres y cuadros en las instituciones escolares así como formar un movimiento de participación nacional con las restricciones imperantes por la situación política y fue de Luis Beltrán Prieto Figueroa en coautoría con Miguel Suniaga, quienes ejecutaron ese proyecto, ya que años más tarde observaremos todos los alcances de esa organización, los maestros estarán en cargos relevantes, serán en su mayoría activistas del partido del pueblo y participaran generando debates en eventos cruciales para el magisterio de América latina. Exhibimos la palabra del Maestro Prieto en este contexto:
La Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción primaria era una organización sencilla, con el objeto de estudiar los problemas de la Educación e intervenir en el proceso de desarrollo de la actividad educativa en el país. Esa era una sociedad en cierta manera muy amplia pero con pocos líderes, escasa cantidad de gente que se ocupara efectivamente del problema de la educación. Todos figuran en la Revista Pedagogía, todo figuran en la organización.
Pero la S.V.M.I.P., no es una organización de masas, se puede considerar como una sociedad democrática, con influencia de las ideas socialistas que se discutían mucho en aquellos momentos, no podemos olvidar que aún estaba fresco el escenario de los días de la Revolución Rusa y el crecimiento del socialismo en Europa.
Una reflexión interesante se obtiene en una respuesta del Dr. Prieto cuando se le pregunta sobre el pensamiento de los fundadores de S.V.M.I.P., especialmente sobre su presidente Roberto Martínez Centeno y vicepresidente Miguel Suniga a lo cual contesto:
Ellos no eran grandes ideólogos. Eran personas activas dentro de la vida del magisterio, pero no eran ideólogos; esa de concebir la sociedad para darle sentido político y social no estaba dentro de la mente de organizador. Yo les lleve a esos cargos sé pues, hasta donde podían llegar y cuáles eran sus limitaciones porque yo era el líder, yo era el organizador aún cuando apareciera sin ningún cargo, yo fui el organizador de todo eso; pero a mí no me interesaba, ni me era oportuno, aparecer en el contexto general porque a mí me interesaba la organización propiamente dicha, no me interesaban las cargos de la organización.
En 1935 Prieto se asume como presidente de la S.V.M.I.P. apartándose de sus funciones de secretario ejecutivo, deja de circular entonces la Revista Pedagógica órgano de difusión de la organización, el gomecismo había notado su actividad y según el maestro "No, no era cuestión de señalamiento sino cuestión de previsión. Porque sostener ideas revolucionarias en aquel momento era un peligro".
El ministerio comenzó a prohibirles a sus maestros afiliarse a la organización, según Prieto porque allí se les brindaba a los docentes:
Cierto contenido ideológico, [se] orientaba el proceso educativo, creaba en los maestros preocupación por la educación, cosa que no se hacía desde el Ministerio… y tuvo temor de que la SVMIP lo suplantara en la función que a él le correspondía.
En la S.V.M.I.P se podían leer revistas que traídas de Francia y España que alertaban sobre el movimiento de la Escuela Nueva o Escuela Activa, llegaban de contrabando trabajos de líderes del Brasil amigos personales de Prieto tales como Lourenco Filho y Adolfo Ferriere, también influenciados la innovadora corriente, se plantea dejar a tras la educación tradicional, en la S.V.M.I.P se realizan círculos de estudio también para estudiar a Pestalozzi, a Montesori, Froebel y compararlos Dewey, se esperaba romper con el carácter memorístico de la instrucción y vincular a la comunidad, fortalecer la vinculación entre la familia y la escuela.
Retomamos la entrevista de la Dra. Fermín que nos ejemplifica la incorporación de las nuevas estrategias que trae la Escuela Nueva, entre la que destacamos el método de proyectos Williams Kilpatric:
Cuando yo soy maestra de la Escuela Delgado Palacio, tengo mi reunión de padres, tenemos las actividades de los huertos escolares, y vienen los padres los domingos y repartimos el producto de los huertos, y mantienen contactos con nosotros. Estábamos compenetrados con todas esas ideas, y tratando de poner en práctica esas cosas… muchos maestros se interesaron hacer la práctica. Entre ellos Luis Padrino, José Antonio López…pero yo estaba sola ahí, entonces yo tenía que movilizar la Escuela, estimular al director para que consiguiera las semillas. Efectivamente, hicimos nuestro jardín y cultivamos, cosechamos nuestros ajíes, nuestros tomates y lechugas. Invitamos a los padres de los niños para que vivieran a ver la cosecha. Como consecuencia de eso yo fui acusada de predicar el comunismo, de practicar el comunismo en la escuela.
Cuando se le pregunto a la doctora quien la había acusado ella evasivamente respondió que la acusación se había formulado en la iglesia de La Pastora, y la afrenta imputada en realizar la reunión a la hora de la misa presumiendo que lo hacía para que los representantes no asistieran al acto litúrgico. Podemos observar que si bien la intensión quizás estuvo desprovista de algún acto impropio, un sector de la comunidad no lo considero así, ya que se estaban alterando las costumbres de un sector, es importante acotar que en las mismas reuniones se realizaban jornadas de aseo personal a los niños que ingresaban a la escuela donde se les cortaba el cabello, la uñas, se les bañaba otorgándole toallas limpias, la escuela llego un aproximado de 200 alumnos.
Ante la situación planteada citamos otra obra del Dr. Fernández Heres, quién indica la relación analógica con la S.V.M.I.P. y Escuela Nueva o Activa:
Una corriente de renovación pedagógica denominada Escuela Nueva, Escuela Activa, que pone su énfasis en la libertad y en la acción del niño. Esta nueva manera de concebir y de realizar el hecho educativo, inicia su penetración en Venezuela en 1932 al acaparo de la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria (S.V.M.I.P)…Durante estos años (1932-1935) los propósitos e iniciativas de la S.V.M.I.P. no tenían posibilidades de factibilizarse, pues el medio hostil de la dictadura no era proclive a la recepción de tales ideas que persiguen la instauración de un régimen de formación en ambiente escolar de libertad. Se trataba de una escuela que sembrara el espíritu de libertad, base de la democracia, en la base de la sociedad.
Entre otras actividades impulsadas desde la S.V.M.I.P. destacamos las escuelas nocturnas de obreros del Ministerio de Obras Publicas y la agrupación Cultural Femenina crea las Escuela nocturnas para Mujeres de Servicio.
Apreciemos la opinión de Gustavo Adolfo Ruiz:
Al morir el general Juan Vicente Gómez en 1935 el país despierta, el país como untado. En aquella Venezuela rural con 80% de analfabetos, con una escasa densidad poblacional, sometida a endemias y epidemias tremendas, paludismo, tuberculosis; no había sino una oficina de sanidad de muy poca acción. Tras la muerte de Gómez, en muy corto tiempo, se inicia un vigor, un ansia en aras de la Venezuela posible, que alcanza a todo el país, que presiona a los dirigentes políticos y del gobierno. Yo ubico ese inicio el 14 de febrero, no el 19 de diciembre, cuando se desgaja el gomecismo. Se presenta entonces un programa político, que creo que desde el "Mocho" Hernández era algo que no se había visto. Ahí viene la contribución y los excesos de lado y lado. Pero el país va andando, y se va poniendo al día en la educación. Lo que venía haciendo esta gente, el grupito de la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria, se convierte en acción en el país total.
En la postrimería del régimen gomecista comienzan a consolidarse los partidos políticos modernos venezolanos y los gremios docentes. Todos los partidos políticos al presentar su programa, incluyeron la educación como proyecto nacional y, todos también, la plantearon entre los deberes primordiales del Estado. En concordancia con lo planteado recogemos la siguiente nota:
En 1930, cuando el dictador Juan Vicente Gómez gobernaba el país, el entonces Ministerio de Instrucción Pública inició un movimiento magisterial que no contaba con el apoyo de los maestros, razón por la cual tuvo una corta duración.
Como una reacción a la intromisión del gobierno en sus asuntos gremiales, un grupo de educadores, se reunieron el 15 de enero de 1932, para fundar una agrupación que defendiera los derechos de los maestros, mejorara la educación en el país y protegiera al niño venezolano. Fue así como se creó la Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria (SVMIP), organización que actualmente se conoce con el nombre de Federación Venezolana de Maestros. La SVMIP comenzó a trabajar por el mejoramiento de la educación en Venezuela, que para aquel entonces contaba con altísimos índices de analfabetismo. La organización magisterial fundó la "Revista Pedagógica", que se transformó en el órgano divulgativo del gremio, y en 1934 realizaron un seminario para discutir sobre las deficiencias del sistema educativo en el país.
Al gobierno dictatorial de Gómez no le gustó las acciones del magisterio, razón por la cual el Ministerio de Instrucción Pública ordenó a los maestros a separarse de la SVMIP. Los docentes siguieron luchando en la clandestinidad por el desarrollo de la educación venezolana, hasta la muerte del dictador Juan Vicente Gómez en 1936, cuando se convocó una asamblea nacional de docentes en la que se fundó la Federación Venezolana de Maestros.
Los Gremios docentes y principalmente la Federación Venezolana de Maestros, que nació de la extinta Sociedad Venezolana de Maestros de Instrucción Primaria, cuyo líder principal era Luis Beltrán Prieto Figueroa, y que posteriormente se convirtió en líder político, influyendo determinante en las decisiones que sobre educación se tomarían en Venezuela, a través de las organizaciones políticas a las pertenecería pero sobre todo desde su posición en el partido del pueblo.
Federación Venezolana de Maestros. 1936 - 1941
En 1936, comienza el periodo de apertura democrática, la S.V.M.I.P. se transforma en Federación Venezolana de Maestros (F.V.M.) esta organización gremial encuentra un espacio para exhibir las ideas de la Escuela Nueva e intervenir en la dirección de las políticas educativas del país.
La F.V.M. sostuvo una posición política desde su inicio, los educadores participaron a través ella, en la construcción de un plan nacional, mucho de los líderes del gremio se asumieron como activistas políticos. Tal es el caso de Luis Beltrán Prieto Figueroa, quien se suma a las filas del Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), junto a Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Mariano Picón Salas, Alberto Adriani, entre otros. ORVE, formuló un proyecto donde se construyera una democracia responsable donde las funciones del Estado no estuviesen sujetadas por las potencias adineradas, por el soborno y la intimidación. Con base en la misma forma, Arturo Sosa señala:
Con el regreso al país de los líderes de ARDI, a la muerte de J.V. Gómez, empieza la actividad encaminada a la formación de un partido portador de este Plan. Se unen inicialmente a un grupo fundado por Mariano Picón Salas y Alberto Adriani, el Movimiento de Organización Venezolana (ORVE). El grupo del Plan de Barranquilla impone su propia plataforma a este partido. Rómulo Betancourt asume la secretaría general en agosto de 1936, y ya para esta fecha ORVE tiene toda la fisonomía de un partido político.
Cuando los dirigentes de ORVE exponen los problemas económicos y sociales de la Venezuela de entonces se propone una campaña nacional contra el analfabetismo, hacia la formación de un profesorado especializado en educación primaria, secundaria y normalista, la educación económica, educación técnica, reforma universitaria, y el rescate y promoción de la cultura popular.
Ya Prieto contaba con una ventaja sobre el resto de sus compañeros de ORVE, y era que él no había estado en el exilio y que durante los duros años del gomecismo el se encargo de organizar a los maestros venezolanos, el tenia una militancia instituida, para ilustrar esto retomemos una vez más la entrevista a Prieto:
Yo era el dirigente, el único dirigente de masas que había en el país, porque ellos estaban fuera, y yo fui el que hizo la organización de los maestros y otros sectores; influyen la organización de los trabajadores que se reúnen en diciembre de 1936.
Los maestros poseían una organización (F.V.M.) y esta misma organización incentiva la organización del sector obrero y su vez esta misma movilización fue fomentada por los educadores, es decir que son este sector los promotores del proceso de desarrollo político y social del país. El primer Congreso de Trabajadores, cuyo presidente fue Alejandro Oropesa, fue organizado por el magisterio venezolano y en septiembre de 1936 los se organizo la primera Convención de Magisterio en todos los niveles y modalidades.
La Convención resulto un acontecimiento de relevancia nacional en el plano ideológico, Venezuela era un país que hasta el momento las ideas progresistas habían llegado con atraso, y F.V.M. se convierte en movimiento que llega a toda la América, expone el maestro Prieto en este mismo orden de ideas:
Y se proyecta a toda la América, y los maestros comenzaron a organizarse en todo el continente; porque era tan fuerte y poderoso el movimiento de ideas contenido en la Sociedad [Venezolana de Maestros] que influyó; y además, aquí vinieron los maestros, aquí vino una Misión Chilena en el año 1936, y en vez de ser la orientadora de educación, recibió las ideas que estaban vigentes en el país y se puso a trabajar de acuerdo con sus ideas.
Ahora bien, es conveniente clarificar que el maestro Prieto se había dedicado a viajar por toda Venezuela organizando a los maestros de todos los estados y en su mensaje figuraban ideas "demócratas, socialistas y revolucionarias" y esto lo evidenció la primera Convención que agrupo a mil doscientos asistentes aproximadamente, pero se consideraba que el número de maestros censados pasaba los cinco mil en todo el país. Y este éxito permitió crear la Revista Pedagógica, financiada con el aporte de los educadores. Por otra parte la Dra., Mercedes Fermín declara:
Cuando se funda la Federación de Maestros, la sociedad Venezolana de Maestros ha creado ya núcleos en muchos estados del país. Cuando llegamos a la Federación de Maestros la totalidad de los estados tienen su seccional; o sea que la Federación de Maestros se confirma, se afinca en ese movimiento de la Sociedad de Maestros, un movimiento de inspiración social.
La Convención revelo la organización que se había logrado constituir de parte del magisterio y se demostró el peso de su voz. Este foro, se convierte en una radiografía de la realidad educativa del país, de denuncia de las carencias e irregularidades del sistema educativo y de la condición de los maestros, y de propuesta de alternativas nuevas para la educación venezolana.
La F.V.M se convierte en un gremio que piensa en la situación del educador, en su defensa legal pero que tampoco se crea la utopía de pensar que solo a través de la educación se podía mejorar la sociedad. Si bien desde esta organización se colaboraba en mejorar las condiciones de la escuela, las condiciones de la enseñanza, de la educación y por consiguiente de la cultura, esto no significaba que F.V.M. se iba a quedar solo allí, los miembros de esta organización llegan a tener una estrecha relación motivado a la influencia política. Cuando los partidos modernos son constituidos, los maestros registraran su militancia en los mismos, con la conciencia adquirida en la sociedad hoy Federación y con el compromiso firme de luchar por el mejoramiento de la patria y con ello la transformación de la sociedad.
Desde 1936, los maestros lucharan por sus derechos políticos y una vez federados se incorporan en los partidos, un maestro federado es considerado como un luchador político formado, que buscara su lugar en ese grupo y que no olvidara defender la escuela nueva que se necesita.
Dadas las condiciones que anteceden, estudiaremos el lapso que va de 1936 a 1941, en el cual el maestro Prieto resulta Senador por su tierra natal. El hombre que había estado entrenándose en la Organización de Maestros de Instrucción Primaria, ahora tenía voz como tribuno en nuestro capitolio. El merito de esa labor renovadora crece por ser cumplida en el seno del último parlamento nombrado por Gómez y el cual sólo era imagen parlamentaria preparada para someterse al Poder Ejecutivo. Ese grupo se amoldo de inmediato al nuevo Gobierno y no disminuyo su apoyo a los constantes pasos en retroceso antidemocráticos del Mandatario López Contreras. Es conveniente ilustrar esta situación, a través de la pluma del Presidente Rómulo Betancourt:
Reunidos el congreso, se dieron sus integrantes, excepción hecha de Luis B. Prieto, de Ibrahim García y de algún otro, a la tarea de reivindicar la memoria del "Jefe" muerto, condensando en leyes antidemocráticas las perores prácticas de absolutismo. Modelo de ley represiva, digna de figurar en los escaparates de propaganda del nazismo alemán o del fascino italiano, fue la que intentaron imponerle a Venezuela al mes escaso de estar sesionando. Me refiero a la Ley de Defensa Social…Este intento del Congreso de disimular detrás de una parapeto legalista ni más ni menos que la clásica peinilla de ôño Pernalete (Sic), hizo coro con otras actitudes cuyas igualmente repudiadas; lentitud para pronunciarse sobre la confiscación de los bienes de Gómez; morosidad manifiesta en la discusión de la nueva Ley de Trabajo; rechazo de plano del progresivo proyecto de educación pública redactado por el compañero orvista, senador Prieto; hostilidad declarada contra los ministros Gallegos y Tejera, a quienes rodea el consenso popular.
En esos instantes la Voz de Prieto se dejo atender, para impugnar los errores de la tradición dictatorial y apoyar las iniciativas y logros progresistas del nuevo gobierno. El compromiso como parlamentario de Prieto no sólo lo autorizo ante el país su aptitud y esfuerzo, sino que le expuso la condición de político culto y militante que requería la nueva Venezuela. Entre 1936 -1937 el educador formo parte del grupo de legisladores que redacto un Proyecto de Ley del Trabajo, fue coautor de un Ante-proyecto de Ley de Educación, miembro de la Comisión Redactora del Proyecto de Constitución Nacional sancionado y promulgado el mismo año y ofreció a su gremio el logro de una Caja Nacional de Jubilaciones, Montepío, y Seguro del Magisterio del cual fue su redactor. Su proyecto fue aprobado por el Congreso en 1937 y es el primer logro para los educadores que nace en seno del Estado.
En 1937 los partidos de la izquierda antigomecista intentan unificarse para fortalecer la nueva democracia y el inestable gobierno del Presidente López Contreras no permite la legalización al Partido Democrático Nacional (PD.N.). Posteriormente ilegaliza a O.R.V.E., pero el P.D.N. asume la clandestinidad y Prieto figurará junto a otros destacados dirigentes de la F.V.M. como miembros principales de una versión legataria del O.R.V.E., fundado por Rómulo Betancourt, a propósito de esta situación revisemos el documento que a continuación presentamos:
La sentencia se ha pronunciado la Alta Corte Federal y de Casación en el juicio promovido contra la decisión de Gobernador del Distrito Federal en la cual dicho funcionario se abstenía de dar su aprobación a la solicitud de legalización del Partido Democrático Nacional, nos ha comunicado la dolorosa casi trágica convicción, de que las autoridades pueden hacer lo que se les antoje con los derechos, con la libertad, con todos los atributos de la personalidad física o moral de los hombres que integran el sector democrático del país, sin que ese acto cualquiera obtenga una rectificación por parte de la Administración de Justicia, sino por el contrario, una justificación, torpe o habilidosa, revestida de pretendidos razonamientos o proferida con audaz descaro.
Las arremetidas del Gobierno no pueden contener la fuerza del movimiento popular y en las elecciones municipales de 1937 los partidos ilegalizados obtienen un generoso triunfo y logra ubicar en el Concejo Municipal del Distrito Federal a un buen grupo de compatriotas. El nuevo cabildo se convirtió en la palabra de la voluntad política democrática. Como presidente alternaron los venezolanos Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco y Carlos Morales. Nos ilustra el Maestro Manuel Alfredo Rodríguez:
En aquel tiempo la inmunidad parlamentaria apenas si duraba treinta días y antes otros tantos después de las sesiones. Y era tal la enemiga del Gobierno contra el democrático cabildo caraqueño que, en alguna ocasión y al vencerse el lapso de las inmunidades parlamentarias, el senador y edil Prieto Figueroa fue detenido a las puertas del Palacio Municipal y conducido sin miramientos al reten policial ubicado en Palo Grande y llamado El Garaje.
Esa extraordinaria actividad tanto de docente, como de gremialista, parlamentario, edilicia y de riesgoso liderazgo político no interfirió con su trabajo como escritor y periodista de opinión. Entre 1937 y 1942 fue director del diario Ahora, llego a sostener la columna "La Escuela, el Niño y el Maestro". Sin embargo, pese a las múltiples obligaciones el Maestro Prieto no olvidaba la asistencia a sus agremiados de la F.V.M., así como la denuncia constante sobre hechos de injusticia que pudiesen afectar al magisterio y en muchas ocasiones utilizo su columna para formular denuncias y reclamos en beneficio del educador, ejemplo de ello lo presentamos a continuación en una carta que el Maestro le envía al señor Luis Barros Cruz, director del diario Ahora, en 1938 y que responde a una acusación formal hecha al entonces Ministro Olivares Figueroa titular del despacho de Educación y quien es acusado de tratos injustos a los maestros así como de persecución y despido, para ilustrar esto comentemos los siguientes fragmentos:
En mi artículo del doce de Octubre "El homenaje al magisterio es un sarcasmo" presente hechos concretos; demostraciones precisas y no con el propósito de herir a nadie, porque no es costumbre mía ese procedimiento. Olivares Figueroa quiere justificar la actitud del Despacho de Educación diciendo, que no obstante las buenas intensiones del ministro ha habido destituciones por incompetencia, desaplicación a la labor docente o actividades de tipo político incomparables con la serenidad que erige el cargo". Esta afirmación carece de fundamento y se explica porque Olivares ignora por completo el reglamento de las escuelas primarias y de la obligación escolar y además desconoce al magisterio venezolano.
En esta carta evidenciamos el descontento del Dr. Prieto por las irregularidades a que son sometidos un grupo educadores que han sido destituidos de su cargos acusándolos de realizar prácticas políticas que el ministro considera impropias, no obstante el Dr. Prieto contesta no estando de acuerdo con la acusación y colocando en evidencia las intensiones del titular del cargo, continuemos percibiendo los hechos:
Yo podría probar que los maestros destituidos no son políticos en su mayor parte, que no son incompetentes o desaplicados en la labor docente que les estaba encomendada y lo probaría reuniendo a los informes oficiales insertos en las Memorias y demás publicaciones del Despacho de Educación y recurriendo al juicio de reputadas personalidades educacionales del país se de maestros que han conocido su destitución cuando le ha llegado el reemplazo, pero esto lo ignora o lo quiere ignorar Olivares Figueroa.
Continuamos en el mismo orden y observemos que en la defensa a los educadores el Maestro habla sobre la posibilidad de utilizar evidencia que comprueba que sus despidos son injustificados y coloca pruebas contundentes que pudiesen ayudar al agremiado e inclusive presenta acusaciones por las irregularidades cometidas en ese despido como la participación tardía al imputado. Para comprender mejor esta situación irregular que nos ejemplifica el rol del Maestro Prieto como gremialista destaquemos la siguiente situación:
Esta mañana nada menos se presentó a mi casa el maestro Miguel Henau que servía en una escuela de fronteras en el Estado Zulia y quien supo de su destitución por el maestro que fue a sustituirlo. Ese pobre maestro vino hasta Caracas gracias al auxilio que le han venido prestando los maestros del largo trayecto de su recorrido. Los maestros de Lara le dieron para que llegara hasta Carabobo y los de Carabobo para que llegará a Caracas y los de aquí le daremos para que se vaya a su casa. Henau me dijo que no había sido posible hablar con nadie allí.
El Dr. Prieto termina este folio invitando al Maestro Miguel Henau a que regrese al ministerio y una vez más en forma contundente se refiere al director del despacho cuando le asegura al docente en desgracia, que si explica ante las autoridades que él es un docente en desgracia y que necesita que le hagan justicia de seguro le atenderían, ya que el ministro estaba interesado en hacer justicia.
Pero como el caso del Maestro Miguel Henau, también podríamos hacer referencia a otros atropellos que de los cuales son víctimas los maestros en el régimen lopecista y en los cuales no se respectaba el reglamento, las escuela perdían sus educadores y en muchos casos no llegaban los reemplazos y en otros los sustitutos no estaban calificados, pero los titulares debían salir por ser sospechosos de estar implicados con los partidos ilegalizados, retomemos el documento y constatémoslo:
Tal cosa ha pasado con la destitución de Dámaso González, el presbítero Dr. Manuel R. Montaner, Amable Lares, Manuel Lucar, Rafael Isidro Salazar, Eduardo Rejón, Luisa Noriega y Marielena Martínez, todos de Nueva Esparta. Algunos de estos maestros tienen 20 años de servicio otros tan jóvenes estudiosos y entusiastas y que sirven con devoción de maestros la delicada misión que les está encomendada. Como estos maestros de Nueva Esparta han sido destituidos en Guárico, [en el] estado Lara otro maestro competente con nueve años de servicio y continuamente [están] llegando noticias de todos partes de los ataques a fondo de que está siendo víctima el magisterio.
A lo largo de los planeamiento hechos se puede observar las condiciones de presión al cual es sometió el gremio docente por colocar en práctica sus derechos a la participación en la vida pública del país y a expresar sus preferencias político-partidistas, en efecto hay represión pero también existe la respuesta y el espacio para denunciar los atropellos y las columnas del diario Ahora son escogidas para ello, nuevamente sigamos el documento esta vez para observar como una "circular" era utilizada para notificaciones y cambios y despidos:
Con la circular se da pretexto para que los ataque se encarnicen mas, ataques que no tienen otro objeto que el de desplazar al maestro para colocar en su cargo a la sobrina del jefe civil o del cacique del pueblo, pero que nunca obedecen a verdaderos motivos la circular ordena a los maestros abstenerse en toda actividad política y formara parte de partidos políticos lo que sí es, no solo una disminución de derechos, sino un delito castigado por ley penal venezolana.
El Maestro Prieto sostiene su posición ante el respeto por los derechos individuales de los docente pero también recuerda la importancia de la imagen que sostiene el educador ante la sociedad y en el aludido artículo considera que el maestro es un ciudadano como cualquier otro y por tanto está amparado por las mismas leyes que el resto de sus conciudadanos, sin embargo, hace la salvedad que el maestro debe en el aula mantener la neutralidad política, pero al salir de la escuela puede y debe ser partícipe de la construcción de política del país, y esto se constata a continuación:
Los maestros sostenemos la neutralidad absoluta en la escuela y libertad completa en la calle y esta libertad no puede ser dañosa porque un verdadero maestro cuida su personalidad y se encargaré de no hacer nada que desdiga de su posición social de educador. Por eso no tolerara que un cacique de pueblo sin responsabilidad irrespete la ley, ultraje la moral y las buena costumbre sin protestar, tanto más si se considera que el parágrafo 5° del artículo 76.
Es importante señalar que el contenido del artículo antes mencionado obedece a la responsabilidad que tiene el maestro tanto en clase como fuera de ella a inculcarle a sus alumnos el amor por la patria, la bandera y el respeto a las instituciones, por lo tanto la participación era una obligación que cumplir.
Posteriormente, en 1941 el Partido Democrático Nacional (PDN) surge de la ilegalidad con el nombre de Acción Democrática, como consecuencia de la llegada al poder del General Isaías Medina Angarita En esta etapa, se trabaja simultáneamente en el intento de mantener y ampliar los espacios democráticos dentro de Venezuela y en la formación de red de "partidos nacionalistas, de izquierda democrática en América Latina.
Lo respalda la doctrina social- demócrata divulgada por Rómulo Betancourt y entre sus figuras centrales encontramos a Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco, el Maestro Sojo, Prieto, y una nueva generación de dirigentes políticos entre quienes se destacan Valmore Rodríguez, Raúl Leoni, Juan Pablo Pérez Alfonso, Gonzalo Barrios y Luis Lander. Con entusiasmo Prieto viajó por toda Venezuela una vez más como cuando lo hacía en la S.V.M.I.P. pero en esta ocasión para organizar comités partidistas y sumar voluntades a la nueva organización política. A lo largo de esos años el Maestro fundo y mantuvo la Librería y Editorial Magisterio.
Prieto participaba en la política, administraba su propia librería y seguía combatiendo por mejoras en el escenario educativo. Fue secretario de la Confederación Americana de Maestros (1943-1946). De estos años datan su libro -los maestros eunucos políticos- el cual defendió la libertad de los docentes y Problemas de la educación Venezolana
Presencia del Magisterio Mundial en Venezuela
Para la reconstrucción efectiva de nuestra época de estudio es importante reconocer la influencia, la presencia y la permanencia del magisterio extranjero en Venezuela y esto lo haremos a través de las siguientes líneas. En nuestra época de estudio se dan dos acontecimientos importantes que vinieron a enriquecer lo que se estaba haciendo en materia pedagógica. El primero la presencia en el país la misiones pedagógicas, entre sus representantes se encontraban el profesor Sabas Olaysola quien era discípulo de Decroly en l"ermitage, Bélgica, y posterior a sus encuentros con el magisterio venezolano, se retira y se marcha para radicarse en Uruguay allá funda la famosa Escuela de Piedras Blancas, pero nos deja su legado que son los llamado "centros de interés", el "programa de Ideas Asociadas", es decir nos lega la fase técnica.
Por otra parte, y a manera de retribución pedagógica de Uruguay, nos llega Sabas Olaysola viene a radicarse en Caracas y entre los encargos gubernamentales esta la fundación de la Escuela Artigas, en Catia y posteriormente la Experimental Venezuela.
En igual forma es conveniente recordar el paso del escritor Mariano Picón Salas, por Chile donde estudio y se gradúo, a su regreso se convierte en Superintendente de Educación Nacional y promueve la Misión Chilena, entre esta representación vino Eugenio González que llego a ser rector de la Universidad de Chile, otro importante visitante y que luego se quedo en el país fue Humberto Parodi Alister, creador de la nueva enseñanza de la Física en Venezuela y fue director del Pedagógico de Caracas, esta gente crea y diseña instituciones y a la vez se reúne con los maestros a través FVM y les brindaban entrenamiento.
Con relación a las Artes el representante fue Armando Lira, que se desempeño en la Escuela de Artes Plásticas y las Artes Aplicadas. En fin estuvo de paso gente de todos los niveles y modalidades. Sin olvidar la delegación que llega 1936 huyendo de la Guerra Civil Española y que nos traen sus propias ideas. Llegó mucha influencia Europea, y del Sur de América es decir de Chile y Argentina, aunque Bolivia también nos trajo su representante Beltrán Morales, especialista en el área de preescolar.
De manera semejante, cabe mencionar entre el grupo que se fue a buscar conocimientos y que luego regreso a compartir sus experiencias con sus colegas venezolanos al Dr. Luis Padrino, quien se había ido México allí se une al cardenismo y permanece durante algunos años preparándose en unos programas a los que se le llamaban Segundas Unidades Rurales Mexicanas y es quien viene posteriormente a diseñar y crear la Educación Rural Venezolana
Asimismo, y con el paso de los años la preparación y el contacto no cesan en el espíritu del magisterio y la obra comenzada se verá constantemente reforzadas por los foros, asambleas Congresos y convenciones que permiten el intercambio de ideas, la actualización del magisterio, la participación y control político de los estamentos internacionales con el fin de ejercer y solidificar las doctrinas.
Para el Maestro Prieto no había "que separar lo pedagógico de lo político. Cuando se hace esa separación se pierde el sentido de lo pedagógico y no se alcanza el sentido total de lo político". Es decir que la política es concebida como la ciencia de orientación de los negocios del Estado que no podía comprenderse sin una base ideológica que expresara las ansias populares y la unidad americana. En esta oportunidad hemos ilustrado esta situación donde evidenciamos la preocupación del Estado y de la FVM por actualizar y construir una ideología cónsona con los nuevos proyectos que se irán consolidando.
No obstante, también el magisterio se puede convertir en centro de control doctrinario e ideológico con tanta fuerza que pretenda el control de sus agremiados, es decir, planificar redes capaces de admitir o discriminar quien en algún momento se les alió con un fin común o de quien se aprendió lo que era vigilancia en una organización, estudiemos como el maestro Prieto pasa por encima de sus obligaciones como Secretario de la Junta Revolucionaria de Gobierno, y nos muestra como una red de maestros trabaja por la vigilancia de la paz y la preocupación por que se mantenga un Estado Democrático. Tomemos un fragmento de una carta dirigida por Luis Bellorin al Dr. Prieto:
Respecto al viaje fue bueno, solo pudimos hacer contacto con maestros en Guatemala, pero sin ningún resultado, ya que Godoy tenía de antemano controlada a toda esa gente. Al llegar aquí le expusimos a Leandro el plan de lucha, el cual hemos seguido con fidelidad. El congreso casi está totalmente en manos de los comunistas, porque controlan 8 países y nosotros solo 6, pero la pelea es peleando" y aquí estamos un buen bloque luchando para evitar la imposición camarada y sostener las consignas americanistas.
En México durante 1946 se realiza una reunión de la red denominada Confederación Americana del Magisterio, allí anualmente se reunían maestros de toda América con la finalidad de discutir sobre temas relacionados con las Ciencias de la Educación, pero también servia de escenario para el encuentro y discusión de las diversas situaciones políticas que confrontaban los pueblos. El Maestro Prieto elegido como su presidente 1943-46., en varias ocasiones había asistido a tan importante evento, cuya sede principal se encontraba en Santiago de Chile, no obstante, a las nuevas responsabilidades de su cargo, este año no pudo asistir y designo una comisión encabezada por Reinaldo Leandro Mora y Luis Bellorin, educadores y políticos miembros FVM, para que le representara e informarán sobre los pormenores que pudiese surgir y también le encargo la ejecución de una agenda que reforzara e integrara a los docentes asistentes, con la misión de crear cuadros políticos y magisteriales. Recogemos en la carta:
Con respecto a Santo Domingo no se ha resuelto nada en concreto, pero es de suponer que el cable haya dicho algo. En sesión preliminar, cuando el secretario del CAM, rindió informe, dijo que en Santo Domingo no había sido posible la agremiación de magisterio por el gobierno dictatorial existente en el país, los delegados oficiales del tirano empezaron a defenderse, lo cual fue suficiente para que nosotros le cayéramos encima obligándolos a retirarse de la asamblea, ahora estamos preparando un plan para pedir definitivamente su expulsión del congreso, cosa que se logrará por el buen ambiente que existe para tal fin.
Como se puede observar en la carta, los maestros enviados tenían serias ordenes la primera conquistar a los asistentes y ganarlos ante la corriente comunista y, la segunda combatir gremialmente en esta convención a los representantes del Gobierno de Rafael Leonidas Trujillo y con los ganados formar un frente americano que repudiara dicha acciones desde el magisterio americano, ¿pretendía el maestro Prieto formar grupos revolucionarios por toda América? o simplemente cumplía con el deber de estimular la permanencia de gobiernos respetuosos de la dignidad humana, centrados en el proceso de hacer popular la justicia, de liberar a nuestros pueblos del colonialismo y de la explotación de nuestra riqueza en beneficio de oligarquías nacionales y extranjeras como lo expresaba en su obra "La Ideas no se degüellan".
Prieto en la Dinámica Política Venezolana (1941-1948)
Isaías Medina Angarita, el Magisterio y el Golpe. 1941-45.
Es el General Isaías Medina Angarita, el sucesor del General Eleazar López Contreras, en la magistratura del país, era un militar que provenía del gomecismo y que llega a este alto cargo bajo un consenso que realizaron los círculos del alto mando militar y la sociedad política, hasta entonces el General Medina había demostrado que poseía una conciencia liberal y democrática con relación gobierno.
Su candidatura fue propuesta desde el Estado Cojedes, dentro de las características que recogemos en la obra se Sanin, se le describe como un andino bonachón, afable, sensible a la amistad, al respeto del hombre pero sobre todo si bien era un militar bien formado durante la dictadura su actitud hacia el poder era la un hombre civilista, aunque se le criticaba lo austero de su "ambición de gloria para auspiciar las grandes reformas que requería Venezuela en los años de la Segunda Guerra Mundial".
Gano Medina las elecciones por 120 votos contra 13 de Don Rómulo Gallegos, y uno de los calificativos que se la ha dado a el régimen de Medina Angarita es haberse afirmado en los principios de una democracia liberal restringida aunque la represión en las cárceles, las persecuciones y los exilios estuvieron reducidos. Durante el ejercicio de su gobierno se legalizaron los partidos P.D.N. bajo en nombre de Acción Democrática (1941); Acción Nacional (grupo socialcristiano y conformado por los dirigentes de Unión Nacional de Estudiantes (UNE)) (1942), el Partido Democrático Venezolano (1943), para el gobierno y la Unión Popular Venezolana (Partido Comunista, 1944). El PDV y UPV establecieron una coalición política que se prolongo hasta 1945.
El Presidente Medina obtuvo la mayoría parlamentaria, mientras que los grupos que representarían la oposición estuvieron integrados por la "Minoría Unificada", conformada por algunos independientes, miembros de la fracción de Acción Democrática y por el Partido Acción Nacional en la voz de Rafael Caldera y Lara Peña.
En el plano educativo el gobierno de Medina Angarita no produjo grandes cambios, ni se acentuaron los conflictos que se habían vivido con López Contreras, en mayo toma posesión de su cargo y presenta al país su tren ministerial el cual presentamos a continuación:
Tren Ministerial del Presidente Isaías Medina Angarita. 1941
Ministerio
Ministerio de Educación Nacional
Alejandro Fuenmayor (maestro)
Ministerio del Interior
Tulio Chiossone
Ministerio de Hacienda
Alfredo Machado Hernández
Ministerio de Fomento
Henrique Jorge Aguerrevere
Ministerio de Sanidad
Félix Lairet
Ministerio de Agricultura
Saverio Barbarito
Ministerio del Trabajo
Numa Quevedo
Secretaria de la Presidencia
Arturo Uslar Pietri
Gobernador del Distrito Federal
Luis Geronimo Pietri
Se escoge para la cartera de educación al maestro Alejandro Fuenmayor, educador de alto nivel y autor de múltiples textos de enseñanza y a su vez representante de la escuela activa. Otro merito que se le reconocía al ministro era su programa para la educación de obreros, su deseo de crear las escuelas granjas y su posición de continuar la obra educativa del ministro que le había precedido. Cabe agregar, que muy poco pudo hacer el Ministro Fuenmayor, pues cuatro meses después de su nombramiento y al no encontrar apoyo para la creación de la Universidad del Zulia coloca su cargo a la orden y es sustituido por el Dr. Gustavo Herrera quien no era conocedor de la materia educativa y había sido Ministro de Hacienda en el gobierno del López Contreras. El Dr. Herrera también partió de la premisa que debía darse continuidad a las obras comenzadas en las gestiones anteriores como se puede evidenciar en la memoria del Ministerio de Educación Nacional de 1942, también acoto que se había creado la Dirección General Técnica que se encargaba del estudio y coordinación de las labores administrativas, reiteraba que permanecía en el país el problema de selección y preparación el personal docente y entre las fortalezas señalo algunos planteles públicos como modelos de excelencia educativa.
En 1943, sucede al Ministro Herrera el Dr. Rafael Vegas, tampoco era especialista en educación, su profesión era de médico psiquiatra y sus estudios especializados estaban dirigidos a proteger y reorientar a los menores trasgresores o en situación de riesgo, en cuanto al perfil del Dr. Vegas encontramos una síntesis descrita por el Prof. Ruiz en su entrevista:
Primero él fue opositor a la dictadura de Juan Vicente Gómez. Los Vegas sin de la burguesía caraqueña. El había sido un joven estudiantes, líder estudiantil, se hizo profesional y vino muy joven: vino con los viejos c caudillos, como Delgado Chalbaud cuando Vegas viene a Venezuela, la primera cosa que hace fue lo que en su tiempo se llamo El Plan Vegas, que consistía en una red institucional para atención a la infancia. La Federación Venezolana de Maestros había declarado Los derechos del Niño y había realizado a propósito un "Congreso del Niño". Como producto de esta obra de los maestros y los médicos, apareció el primer Código de Menores, allí estaban Oropeza, Espíritu Santo y esa gente y como para hacer efectivo el Código de Menores, aparece el Consejo Venezolano del Niño u la red institucional de Rafael Vegas Los menores en situación de peligro o en delincuencia, no iban a la escuela, sino a unos retenes de niños o de jóvenes menores de 18 años. La red empezaba por La casa de Observación de Menores de aquí pasaban a un Instituto de Orientación es decir había una serie de mecanismos para atender a esos niños.
A mediados de 1943 el Ministro Vegas llevo a la cámara de Diputados un Proyecto de reforma parcial de la Ley de educación que fue admitido sin para su aprobación. Solo el Diputado Rafael Escobar Lara realizo una intervención en la cual se informaba sobre el exceso de reglamentaciones con relaciona a la educación primaria, superior y en el sistema de exámenes.
En los años acontecidos entre 1941 y 1945 se fortaleció Acción Democrática. Los Dirigentes del PDV no lograron imprimirle a esa organización política una dinámica que llegara mas allá de los círculos intelectuales en la que constituyo, no logro ser el PDV una organización de masas. Ninguno de sus dirigentes con la excepción del Presidente Medina logro llegar a los sectores de la clase obrera, del campesinado o de la clase medias. Existían resquemores por parte de la población ante el acuerdo o coalición política con la UPV, los sectores católicos representados por Acción Nacional se disolvieron. Contrariamente Acción Democrática tenía minoría en el Congreso pero mayoría en la calle. Sus representantes solicitaban nuevas formas de expresión democrática como el voto universal y directo, lo que no llegaron a obtener con el Presidente Medina.
El proceso político-electoral presidencial fue el detonante que desato el conflicto político hasta llegar a la ruptura, el golpe del 18 de octubre del 45. Al venirse abajo el acuerdo con Diógenes Escalante como candidato de la unidad por motivos de salud, no se logro un nuevo acuerdo entre el PDV y AD, el candidato no pudo ser sustituido, no se aceptaron las postulaciones de Arturo Uslar Pietri ni de Martín Vegas, la consigna era que debía ser otro tachirense y fue así como surgió la figura de Ángel Biaggini, Ministro de Agricultura. Hechas las consideraciones anteriores, observemos porque se había seleccionado al Dr. Escalante según Don Rómulo Betancourt:
El partido consideró que el que ofrecía un mínimo de garantías era el Dr. Diógenes Escalante. Voy a precisar las razones por las cuales lo hicimos, insistiendo en la explicación tan clara de nuestro presidente Rómulo Gallegos. Su alejamiento del país en cargos diplomáticos lo mantenía desvinculado de la zarabanda de desaciertos y peculados que caracterizan al actual gobierno de nuestro país; la circunstancia de ser Embajador en Washington, que es una especie de superministerio, le permitía conocer los problemas económicos fundamentales de Venezuela, que desembocan todos en la Casa Blanca. Su ausencia del país lo mantenía apartado de los altos sínodos camarillescos del pedevismo y su propia personalidad permitía que en torno de él se realizara una agrupación de fuerzas políticas y económicas desvinculadas del absorbente oficialismo, condición que hiciera posible sostenerlo en el Poder si se resolvía mañana a realizar y cumplir un programa propio de gobierno, desvinculado de la tutoría de Medina y del P.D.V; un programa de gobierno que le permitiera a nuestro país superar esta situación de pueblo gobernado primitivamente, tribalmente, que viene sufriendo desde hace tantas décadas (sic).
El conflicto político se acrecentó y la proposición como candidato sustituto del Dr. Ángel Biaggini no calo. El representante del PVD a la presidencia fue duramente criticado y sus meritos como Ministro de Agricultura fueron descalificados. Por otra parte, otro sector formado por los diputados independientes estudiaba la posibilidad de apoyar el expresidente General (r) Eleazar López Contreras a una nueva magistratura. Acción Democrática protesto enérgicamente acusando al candidato de continuista e inclusive se le impugno el estar haciendo campaña electoral sucia, en otros sectores incluso se afirmó que López preparaba una asonada militar. En este orden de ideas se puede citar a Miguel Ángel Mudarra, quien nos apoya en el proceso de entender lo acontecido:
La política tendió a complicarse, con los rasgos de periodos pasados: los amigos del expresidentes López Contreras lo proclaman candidato, sobre la base del gran apoyo que al parecer poseía en el Congreso Nacional. Por su parte Acción Democrática toma decisiones como las siguientes: al ocurrir la enfermedad del doctor Escalante plantea al PDV la escogencia de un candidato fuera de partidos, seleccionado por las toldas políticas y sectores independientes para aumentar el consenso. Sería el gobernante hasta 1946, con previas reformas constitucionales, y, quien presidiría las elecciones para presidente por voto directo, secreto y universal por establecer en dichas reformas, al igual que os miembros de las organismos deliberantes. Estas proposiciones no fueron acogidas por el PDV. Tampoco surtió efecto la hecha por Don Rómulo Gallegos al Presidente Medina durante su visita especial al Palacio de Miraflores, consistente en escoger al célebre leprólogo doctor Martín Vegas, además eminente ciudadano, como presidente Provisional para asegurar el tránsito al gobierno por el pueblo.
En relación a esto último, es importante acotar que desde principios de julio de 1945 se iniciaron las reuniones entre las fuerzas castrenses constituidas como la "Unión Patriótica Militar" y algunos representantes de la dirección política de AD. El desacuerdo dentro de la FF.AA. encontró motivos en las ansias de bienestar personal y ascenso dentro del cuadro de sus jerarquías bajas y medias"; y no precisamente mintieron cuando dictaminaron públicamente que la finalidad suprema del movimiento se inclinaba a instituir preceptos donde reinasen, la honradez, la justicia y la capacidad.
Fue Luis Beltrán Prieto Figueroa el primer directivo de AD que logro ser contactado por los militares conspiradores e identificados bajo el nombre de "Unión Militar Patriótica" (UMP) entre estos estaban Pérez Jiménez, Mario Vargas, Delgado Chalbaud, estos encuentros se hacían en la Librería Magisterio la cual regentaba en Caracas el Maestro Prieto, los conspiradores militares se identificaban su consigna al pedir en el establecimiento un ejemplar del libro "China en Armas" y de esta forma se intercambiaban los mensajes entre los cuarteles y AD. Y esta responsabilidad recaía en Betancourt, Leoni, Prieto, Barrios y Luis Lander. En una entrevista realizada a Prieto por Alfredo Peña este reconoce lo siguiente:
Yo, fui quien vinculé a Acción Democrática con los militares. Era el enlace directo entre las Fuerzas Armadas y AD. En Junio de 1945 llegó a mi librería (…), el teniente Francisco Gutiérrez (…), mi compañero desde 1931 cuando era estudiante normalista. Me comunicó que había una conspiración y me dio los nombres de la Junta Patriótica Militar (…) compuesta por tres Mayores: Delgado Chalbaud, Julio Cesar Vargas y el Teniente Francisco Gutiérrez Prado. Gutiérrez había sido comisionado por la Junta para hablar conmigo a fin de hacer contacto con Acción Democrática.
En los marcos de las observaciones anteriores y durante concentración pública efectuada en el Nuevo Circo caraqueño el 17 de octubre, Acción Democrática inicia su arremetida política, rechaza abiertamente la candidatura de Biaggini, e ilustra esta situación a través de varios discursos, pero muy especialmente en el de su líder máximo Rómulo Betancourt, quien condena las incidencias de la candidatura de Escalante. Y anuncia que no proclamaran ningún candidato. El ambiente político se enalteció motivado por el temor y el rumor de un golpe de Estado por parte del General López que lo llevaría de nuevo al poder. Retomemos el discurso de Betancourt:
Es indudable que ya este país no quiere ver más, respetando y estimando profundamente al Ejército, a generales en jefe o generales de brigada en la Presidencia de la República. La Venezuela que estudia lo sabe, y la otra Venezuela lo intuye, porque, «aunque no sabe leer le escriben», que el arte de gobernar es flexibilidad, espíritu de compromiso, diálogo esclarecido entre el Magistrado y el pueblo; condiciones estas de político militante, que no se concilian con la función del Ejército de mantenerse al margen de la ardorosa contienda partidista, cumpliendo su misión fundamental de defensa armada de los fueros de la soberanía. Por eso el pueblo de Venezuela ansía que la tradición civilista que se inició con José María Vargas, que tuvo sus manifestaciones transitorias con Pedro Gual y con Rojas Paúl, continúe. Pero si ese hombre civil fuera el doctor Biaggini, fracasaría no solamente él sino también la idea del gobierno civil y ganaría entonces prosélitos la tesis, la tesis de los teóricos y de los doctrinarios del despotismo, según la cual este es un país de salvajes que no puede ser regido y gobernado sino con los métodos más drásticos.
Se nota entonces la división de la ciudadanía sobre las candidaturas, en la siguiente forma: el grupo oficialista apoyaba a Biaggini, otro sector a López Contreras, Acción Democrática no propone candidato ni apoya a otra fracción, los grupos comunistas apoyaban al oficialismo y eran combatientes a los reaccionarios, Acción Nacional opositores al régimen de Medina. En efecto, no coincidieron en dar solución a la problemática electoral planteada y mediante la fórmula del golpe de Estado el 18 de Octubre se produjo una asonada militar con pleno apoyo de los civiles.
Antes de lo sospechado se dio el movimiento golpista. Los insertos y violentos enfrentamientos armados de las primeras horas terminaron en una evidencia: el triunfo del grupo civil al menos en esa primera fase iniciado en la Escuela Militar y en el Cuartel San Carlos. El 19 de octubre se constituyó la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida Betancourt; los acompañaron Prieto Figueroa, Gonzalo Barrios, Raúl Leoni, el Dr. Edmundo Fernández, y los oficiales del Ejercito Carlos Delgado Chalbaud y Mario Vargas.
En su primera alocución la Junta Revolucionaria de Gobierno expuso su acuerdo en hacer un llamado al país para realizar a elecciones generales, mediante el sistema de sufragio directo, universal y secreto, donde los venezolanos pudiesen elegir sus representantes, obtener la Constitución que anhelaban y escoger el futuro Presidente de la República.
Resulta oportuno citar algunos fragmentos de ese mensaje dirigido a la nación:
Esta Revolución ha sido hecha para devolver al pueblo su soberanía. Falsearíamos, en consecuencia, la razón de ser histórica de este movimiento si pretendiéramos prolongar artificialmente el orden político provisional existente en el país. Y es porque nos anima tal convicción que anunciarnos hoy la próxima promulgación del Decreto mediante el cual se creará la comisión encargada de redactar un Código electoral democrático, que permita la elección por sufragio directo de una Constituyente, ese organismo será integrado por profesionales del derecho escogidos con espíritu ecléctico, sin que predomine en él ninguna parcialidad política, y como fianza de su autonomía frente a la consigna partidista cuando haya de abordar tan delicada tarea. Elaborado este Estatuto, realizada la tarea de censar a todos los venezolanos de ambos sexos aptos para el ejercicio del sufragio, se procederá a llamar al país a una consulta electoral absolutamente libre, sin interferencias ejecutivas de ninguna clase, presidiéndola la Junta Revolucionaria de Gobierno como árbitro severamente imparcial. Será la Comisión que se designe, después de estudiar y analizar factores de tiempo para redactar el Estatuto electoral y censar a la población electoral, quien sugiera la fecha para realizarse esos comicios. Pero creemos conveniente adelantar nuestra opinión de que en uno de los meses del primer trimestre de 1946 debe realizarse la consulta electoral, a fin de que el 19 de abril pueda estar funcionando una Constituyente de todos los venezolanos y no aquella desprestigiada caricatura de Poder Legislativo que abochornó a la Venezuela contemporánea.
El Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno Betancourt expuso que eran metas primordiales del grupo de octubre reintegrar la soberanía al pueblo y defender la integridad del hombre del pueblo. No sería, según él, una revolución dedicada a construir elementos de concreto como evidencia de obra de gobierno, se ocuparían de las carencias sociales del venezolano, señala Betancourt en sus propias palabras:
Nosotros haremos de la defensa de la riqueza-hombre del país el centro de nuestra preocupación. No edificaremos ostentosos rascacielos, pero los hombres, las mujeres y los niños venezolanos comerán más, se vestirán más barato, pagarán menos alquileres, tendrán mejores servicios públicos, contar n con más escuelas y con más comedores escolares. Y descentralizaremos la actuación estatal volviendo los ojos a la provincia preterida y arruinada, a Venezuela adentro, doloroso testimonio de la incuria y de la incapacidad de los malos gobiernos.
Hecha las consideraciones anteriores, los meses finales de este año de 1945 llevaron a la prensa, la radio y a las plazas públicas, excepcionales incidentes políticos apenas comprensibles por el venezolano de esta época. Para ejemplificar tales consideraciones el ensayista Laureano Vallenilla Lanz nos expone un ejemplo:
En la noche del 18 de octubre, mientras unidades de las Fuerzas Armadas disparaban unas contra otras, en una ciudad sorprendida, atónita y trasnochada, Rómulo Betancourt se hallaba escondido en la última habitación de una modesta casa de San Agustín y allá fue en busca suya una comisión de jóvenes oficiales, cuando ya se había obtenido una solución favorable a los alzados. Un testigo presencial me refirió que el futuro líder de la pipa, sobrecogido de pánico, se negó repetidas veces a acompañarles a Miraflores y hubo que conminarlo. Esto no impidió que luego dijera, en el curso de un mitin, que en esos momentos conflictivos para la democracia, había sentido emoción similar a la que experimentaban Stalin y Winston Churchill, organizando ofensivas y movimientos de tropa. Don Rómulo se gasta unos riñones considerables.
La opinión pública catalogo los sucesos del 18 de octubre como el cambio político más fundamental ocurrido en la Historia de Contemporánea de Venezuela. Fueron días de ansiedad para los desplazados del poder como para el gobierno de la Junta Revolucionaria se corrió el rumor acerca de un movimientos conspirativo de parte de contrarrevolucionarios, en el transcurso de esos años se vivió en inestabilidad, no hubo descanso para la que llamaron algunos
"Revolución de Octubre".
…Ugarte Pelayo encontró a Uslar Pietri en un pequeño salón y pregunto:
"Doctor Uslar ¿qué está pasando?"
El Ministro del Interior le contesto:
"Alirio, ¡hemos retrocedido cien años!".
Por la esquina de Bolero, Mariano Picón Salas trató de acercarse a Palacio. Los soldados no lo dejaron pasar. El gran escritor exclamo:
"Este es el suicidio de la democracia!".
Sanín.

Presencia y Acción del Magisterio en la Junta Revolucionaria de Gobierno. 1946-47
Entre diciembre de 1945 y enero de 1946 se conformaron nuevos partidos en Venezuela, cabe mencionar a Unión Republicana Democrática (URD), el Comité de Organización Para las Elecciones Independientes (COPEI); y el Partido Comunista. Estas agrupaciones fueron elementos claves en los tiempo que se avecinaban, Jóvito Villalba representante de URD, había sido detenido en el Palacio de Miraflores junto con Monseñor Jesús María Pellín, aunado a esto el Dr. Rafael Caldera (COPEI) había hecho pública su renuncia ante el cargo de Procurador General de la República situación que ocasiono, una fractura contra AD y los coloco en el plano de corriente opositora y tildados por otros como "reaccionarios", eran momentos difíciles se acusaba por otra parte, a AD de usar métodos antidemocráticos con los militantes de COPEI en diferentes estados andinos, y como resultado de esto los periódicos locales destacaban interesantes noticias, citemos entonces al diario El Vigilante:
Viene de primera página el poco respeto que el partido oficial le merecen las instituciones nacionales que deben esperar, por el concepto mismo de la función que han de cumplir y de la misión que desempeñarles les toca, por encima de las conveniencias políticas o de los intereses banderizos momentáneos.
Estos problemas aumentaron la fragilidad del régimen; la carga doctrinaria y clasista del movimiento social y político que se estrenaba en el poder hizo el resto. La prolongación entre Medina y Betancourt se dio en el plano de la modernización económica capitalista. La fractura se evidencio en lo político, en la dirección nacionalista y antiimperialista de la política económica y, sobre todo, en la democratización del sistema político; esto se observo en la aprobación del voto popular, del establecimiento nuevos de partidos políticos y en la transformación del Estado Liberal en un Estado de Bienestar Social cuyo ámbito natural es tratamiento económico, el desarrollo social y cultural de las masas con sentido nacional.
Sin embargo, un Estado de Bienestar no está contra el capitalismo y no tiene como meta modificar las relaciones sociales establecidas entre el trabajo y el capital, se pretende disminuir la lucha social a través del aumento de la capacidad adquisitiva de los trabajadores, incrementando la oferta de empleo y la producción, buscando la ampliación cultural educativa, esta postura era la concepción doctrinaria de EE.UU. y en Europa en la postguerra. Esto es lo que algunos especialistas de izquierda y de derecha denominan "populismo".
Lo substancial del proceso revolucionario fue esa alternativa en el sistema político y que produjo la democratización del Estado. Los líderes del 18 de octubre se plantearon la transformación del Estado, el cambio de sus políticas a través de la incorporación de nuevos pensadores que emprendieran las apremiantes reformas que el país necesitaba entre ellas, la educación democrática de las colectividades, con calidad y sentido nacional.
Desde los primeros días de la asonada civil-militar de octubre del 45 Prieto Figueroa fue asumido como el Ministro de Educación Nacional, pero su designación duro sólo veinticuatro horas, ya que se le requería en la secretaria de la Junta Revolucionaria de Gobierno. Del mismo modo, la dirección del Ministerio de Educación Nacional fue otorgada al Dr. Humberto García Arocha y llega a esta designación gracias al trabajo conjunto que había realizado como asesor en el partido AD junto a Don Rómulo Gallegos pero también gracias a la recomendación que Prieto Figueroa realizo a su persona, en tal sentido Prieto aseguró:
García Arocha fue propuesto por mí. ¿Por qué me separo yo del Ministerio de Educación? Porque me interesaba más la dirección política del Estado que la dirección de la escuela y la educación y fui a parar a Miraflores como Secretario General de la Junta Revolucionaria de Gobierno. Entonces la influencia era general en toda la vida del país.
El nuevo Ministro realizo a las pocas semanas de su nombramiento un diagnóstico sobre las necesidades básicas en materia educativa y en una alocución expuso que las mismas se centraban en la necesidad de crear 6000 escuelas, graduar 10.000 nuevos maestros y crear un plan de estudio nacional.
Dentro de los alcances en materia educativa se tiene que los miembros de la Junta Revolucionaria de Gobierno, establecieron una filosofía política educativa llena de una dosis de doctrina, de disciplina, con propósitos y fines plasmados en su programa de partido. La doctrina estuvo marca por el Estado Docente teoría apuntalada por Prieto donde todo Estado es responsable y asume la orientación general de la educación y esta orientación expresa su doctrina política y conforma la conciencia de los ciudadanos.
El Decreto - Ley 321.
En el trienio el tema educativo se modificó y se ampliaron nuevas doctrinas, lo que origino polémicas y luchas política que agitaron la cotidianidad de las calles y lugares públicos de la capital y del interior de país. Porque, si en algún área se le hizo consecuente la oposición a la Junta Revolucionaria y al Gobierno de Gallegos ese fue el de la educación. El proyecto educativo incluido en ese proyecto acciondemocratista fue percibido por los sectores conservadores laicos y religiosos, como un recurso diseñado para establecer en el país una hegemonía política. Del proyecto dijeron los representantes del sector privado, que se traducía como una pretensión que persigue llevar a la sociedad a través de una estrategia totalitaria al comunismo, o incluso al nazi-fascismo.
El momento para la primera agresión de importancia a la tesis educativa de AD se inicio con motivo del Decreto - Ley 321 sobre "calificaciones, promociones y exámenes en Educación Primaria, Secundaria y Normal" de fecha 29 de mayo de 1946. El decreto 321 obra de la Comisión Técnica. Según el decreto 321 las pruebas de julio quedaban descartadas para alumnos con un promedio de 15 o más puntos por decisión del maestro o del Consejo de profesores, según el caso. Por otra parte, se realizaría una sola prueba y sin el jurado de tres miembros como era lo acostumbrado. La calificación definitiva se lograría sumando al 80% del promedio de las calificaciones bimestrales y el 20% de la calificación del examen final. Precisando una vez más, nos planteamos la siguiente interrogante ¿por qué el Decreto-Ley 321 se convirtió en inspiración de protesta de los colegios privados católicos y laicos? La respuesta que intentamos explicar se apoya en el supuesto de que el texto del Decreto-Ley se establecía una distinción entre los institutos educativos en los que por lo menos el 75% de las asignaturas eran enseñadas por profesores que poseían título oficial, y aquellos institutos en los cuales menos del 75% de las signaturas eran instruidas por personas que no poseían un titulo en la especialidad. En lo tocante a esta situación revisemos la prensa de la época:
Más de mil estudiantes desfilaron ayer por las calles protestando por una nueva medida del Ministerio de Educación, tres mil alumnos de los colegios privados han quedado en condiciones de inferioridad ante los alumnos de los institutos oficiales al reformar el gobierno la ley de exámenes.
Como ya se ha aclarado, se establecieron condiciones diferentes en relación al valor del examen final y la composición de los jurados examinadores. Significa entonces, que para las pruebas de opción a los grados 4to y 6to de las escuelas privadas inscritas los jurados examinadores debían conformarse con el maestro respectivo y dos maestros del servicio oficial. En este propósito, la calificación concluyente de cada alumno se alcanzaba sumando al 20% del promedio de las calificaciones bimestrales el 80% de la calificación del examen final.
Igual procedimiento se le proporcionó a los a los institutos de educación Secundaria y Normal Privados. La suspicacia hacia la eficacia de la educación privada introdujo una diferencia entre los alumnos de los institutos educacionales públicos y privados. El 1ero de junio los alumnos de los colegios particulares de primaria, secundaria y normal (laicos y católicos), salieron a marchar. La manifestación estudiantil entrego un documento al Ministro de Educación. Este último consideraba al decreto 321 la gran conquista para los estudiantes de Venezuela mientras que otros sectores sentían que golpeaba sus intereses estudiantiles por colocarlos en un plano de inferioridad en relación con el estudiantado de los institutos oficiales. Y desde los sectores más radicales se comenzó a calificarse la protesta como un medio de coacción política reaccionaria. Como consecuencia de esto el periódico El Nacional presento:
Se ha puesto fin a una situación ya intolerable con relación adecuada a los requerimiento de uno de los aspectos más importantes de la función educativa, y en presencia de dos tesis se ha adoptado para una solución satisfactoria, sin negar la esencia misma de aquella que consagra la misión preponderante del Estado en la formación de la cultura de sus miembros.
Se presume que no todos pensaron así, ni del lado del gobierno ni del lado de los colegios privados y la iglesia católica. El 321 propicio el momento a los sectores más conservadores en materia educativa para afrontar no solo una diferenciación que se tenía como indebida, sino también y sobre todo para adversar la tesis del Estado Docente. Días después de la declaración contra el 321, cincuenta colegios inscritos en el Ministerio de Educación confirieron un memorándum ante el presidente la Junta Revolucionaria de Gobierno Rómulo Betancourt. Los subscritores del Memorándum aceptaron la supervisión del Estado, pero no se accedió a la fundamentación filosófica del Decreto la cual establecía que el Estado es el único responsable de la orientación del proceso educativo. Para ilustrar esto recurramos nuevamente a la prensa:
La Confederación de Jóvenes de Venezuela manifestó "que el decreto debe ser defendido por todo el estudiantado venezolano, las fuerzas democráticas y la Junta, haciéndoles las críticas a que hubiere lugar para encontrar una sólida justa que conceda justicia a los estudiantes particulares. También la Federación de estudiantes de Venezuela y el Colegio de Maestros de la Escuela anexa a la Normal Miguel Antonio Caro se pronunciaron en el mismo sentido. Igualmente, el partido comunista de Venezuela en manifiesto declara "Que la finalidad del decreto de innegable contenido democrático, tiende a corregir las irregularidades y deficiencias que existen en la educación nacional", proponiendo que por este año los alumnos de los colegios particulares, sean examinados en igual condiciones y que año próximo se haga una inspección pedagógica y técnica en todos los institutos privados.
Debido a esto, surge una impactante protesta de los gremios de educadores y trabajadores en respaldo del 321, la renuncia del Ministro Arocha se decidió, desde la extendida reunión del gabinete de gobierno del 9 de junio. Finalmente, los sectores adversos al 321 enviaron al Ministro y al Presidente de la Junta Revolucionaria, sus requerimientos públicos y también se hizo al sector militar, en aquel momento la Junta consideró que esta situación podía acarrear un ciclo de desestabilización mayor. Así, de la misma manera reflejamos parte de lo ocurrido:
En atención al decreto lanzado por la Federación Venezolana de Maestros, el Colegio de Profesores y la Federación de Trabajadores del Distrito Federal, ordenando un paro simbólico de tres horas de duración los obreros del Distrito Federal abandonaron el trabajo ayer a las tres de la tarde para lanzarse a la calle y participar en una grandiosa manifestación que repudio las fuerzas reaccionarias se agrupo en la plaza Urdaneta la más grande concentración de masas que se recuerda desde el 14 de de 1936, al grito de "abajo reacción" "Muera COPEI"…poco antes de las cinco de la tarde cuando la vasta muchedumbre se hubo estabilizado dentro de la plaza, se dio comienzo a los discursos. Los inicio el profesor Horacio Venegas siguiéndoles en la palabra la profesora Belén San Juan, quienes se refirieron al significado del Decreto y a la importancia del paso dado por el Ministerio al asumir el control de la educación en una forma positiva. Analizaron los aspectos revolucionarios y pusieron de manifiesto que la reacción venezolana había aprovechado la agitación creada a su alrededor, para movilizar sus efectivos en provecho propio, por lo cual el pueblo respaldando al magisterio, se había congregado a dar una respuesta a sus planes sediciosos bajo la consigna "ni un paso atrás"…El profesor Alberto Bustos, a nombre del Colegio de Profesores hizo un análisis detenido y técnico del Decreto 321 y del derecho del Estado a tecnificar la Educación y popularizarla. Criticó igualmente las maniobras de los reaccionarios que habían llevado la división a la juventud venezolana y se mostró orgulloso de que los profesionales de la enseñanza estuvieran realizando una jornada de aquella significación en compañía de los obreros y los campesinos dispuestos a no cejar ni un paso atrás en la lucha emprendida.
El Decreto fue suspendido por el Decreto 344. Mediante este decreto la Junta Revolucionaria de Gobierno estableció que los alumnos de 4 y 6 grado y los cursos de educación de educación secundaria y normal que habían logrado un promedio de calificación de diez o más puntos en los exámenes trimestrales, quedaban promovidos a los grados o cursos inmediatos superiores a aquellos que ha cursado y se les dio por calificación el promedio de las calificaciones trimestrales en dicho periodo de estudio. Como consecuencia de esto:
El encargado del Ministerio de Educación director Humberto Gracia Arocha y los directores del Gabinete, Educación Secundaria, Cultura, Educación Primaria y Sección Administrativa doctor Jesús González Cabrera, y profesores Olinto Camacho, JM Siso Martínez, Luis Solares Pérez, respectivamente, presentaron anoche sus renuncia colectiva ante la Junta de Gobierno después de una reunión de gabinete que duro diez horas y en la cual se discutió el memorándum presentado por los Directores de planteles Privados sobre el Decreto 321 aplazándose finalmente su resolución para una reunión posterior. La renuncia obedeció a la estimación hecha por los nombrados de que el aplazamiento de la reunión sin llegar a conclusión definitiva explicaba un negativa al apoyo que el encargado de MEN necesita en estos momentos por lo cual dejaban en libertad a la Junta de Gobierno para enfilar el rumbo político que considere más conveniente ante las actuales circunstancias.
Al Ministro García Arocha lo sustituyo Antonio Anzola Carrillo. Un año después de la campaña de protesta de los estudiantes, el decreto se aplicó tanto en 1946 como en 1948. Convenientemente citemos una vez la entrevista realizada por Luque al Dr. Prieto años más tarde con relación al Decreto - Ley 321:
[Pregunta Luque (PL)]…Betancourt…se refiere al Decreto 321 del año 1946…que tanta oposición les trajo de los colegios privados, el clero, las monjas, las damas de la sociedad de la época, etcétera. Decreto que hizo tambalear al gobierno y que a mi modo de ver fue la oposición de calle más importante que hubo en todos esas años, Betancourt afirma, repito, ese capítulo, que el Decreto 321…fue producto de un grupo que actuaba con autonomía en el Ministerio de Educación y que no le fue consultado. ¿Es eso cierto? [Responde Prieto (RP)] En cierta manera es cierto, si. Pero Betancourt estaba informado de lo que se hacía en el Ministerio de Educación. El doctor García Arocha, entonces ministro de Educación, tenia frecuente entrevistas con el Presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, a veces casi todos los días. Porque la educación era de tanta importancia para nosotras que no podíamos dejarla d lado.PL. Pero ¿Por qué afirmó esto que dio pie a una respuesta aireada del ministro García Arocha?¿Quiso acaso salvar su responsabilidad? RP: Bueno, eso es lo que se llama "sacar el fundillo". No quería hacerse responsable de una cosa que estaba siendo discutida en sectores importantes de la oligarquía nacional.
En protesta por esa imposición, un grupo de jóvenes de la alta clase social, decidió viajar a los EE.UU., a culminar sus estudios y no sin razón cuando Gustavo Adolfo Ruiz en una entrevista ya citada confiesa:
Cuando nosotros íbamos a examinar muchachos, al "San Ignacio", "La Salle" etcétera, íbamos predispuestos; lo digo con sinceridad; íbamos a raspar a los que pudiéramos; y a los nuestros no, con razón o sin ella…Eso lo sabían ellos, y nosotros los cazábamos. Los exámenes no se hacían por el programa, sino por una sinopsis del programa, se sacaban unos veinticinco puntos para el examen. Ellos, los de educación privada, se distribuían y sabían que realmente los muchachos iban al examen a defenderse de nosotros. Para nosotros el Ministerio y el Estado era lo válido, y lo religioso no el Decreto 321 lleva ese espíritu que te digo que teníamos nosotros, que desde el punto de vista técnico era una barbaridad: ello, los de la educación privada, se quejaron, porque realmente era injusto. El Decreto 321 penaba a quien no tenía nada que ver en el problema, al muchacho, al alumno. En vez de penar a la institución, penaba a los alumnos. Pero en ese momento nadie estaba para discutir eso. Era una cuestión entre el estado y ellos, los privados, que no eran el Estado. Nosotros nos quemamos el pecho por aquello: Pero luego, reflexionando y viéndolo fuera de las pasiones de aquellos momentos, era, sin duda, algo injusto.
Todavía a mediados de 1948, El Grafico, órgano de difusión del partido COPEI, denuncio de forma impetuosa como el gobierno había aplicado la imposición de un Decreto que rechazado por la mayoría utilizando perversos procederes, y lo más grave según ellos se reconocía la ausencia de una resistente oposición estudiantil.
El Ministro de Educación Luis Beltrán Prieto Figueroa.1948
Los comicios electorales del 15 de diciembre de 1947 fundamentaron una nueva conquista para AD. Por una parte, el triunfo de Rómulo Gallegos, su candidato y por la otra, se les otorgo una mayoría en el Congreso para el periodo 1948-52. Esa mayoría, como suele acontecer en política, la ejerció AD para regir según su doctrina, siguiendo su programa de gobierno y sus propios intereses. Con relación al nombramiento del Maestro Prieto como Ministro de Educación en esta breve administración encontramos:
El 15 de Febrero de 1948 al tomar la Presidencia el maestro Gallegos nombró a Prieto Ministro de Educación (febrero 15 - noviembre 24, 1948). Durante este breve periodo Prieto enfatizó el carácter popular y democrático que debe tener la educación, sostuvo la necesidad de la escuela unificada, pidió una escuela vinculada al país, el mejoramiento profesional del magisterio. Estas ideas tomaron cuerpo en la Ley de Educación que el ministro Prieto envió a las Cámaras. Este estatuto fue aprobado pero tuvo escasa vida ya que fue derogado al año siguiente.
Para el mes de abril de 1948 la prensa nacional informo que una Comisión Técnica del Ministerio de Educación estaba ocupaba en el diseño del Proyecto de ley de educación Nacional que el Congreso y que se presentaría ese año al Congreso para que fuese discutido en sus sesiones ordinarias. Asimismo, en la XI Convención del Magisterio celebrada en Mérida, FVM habría aprobado un conjunto de estamentos que la mencionada Comisión Técnica tendría en cuenta. Tomamos de El Grafico la siguiente nota:
Hemos recibido del Ministerio de Educación Nacional una Circular en la Comisión Técnica de dicho Despacho nos manifiesta el "especial intereses" que tiene en conocer la opinión de este Diario en relación a una encuesta que anexa, sobre la Ley de Educación vigente y la próxima a redactarse debemos decir que es necesario reconocer en primer término la conveniencia de este proceder de la Comisión Técnica del MEN. Por cuanto significa la aceptación del criterio de que, materia tan delicada y trascendental como la Ley de Educación, no puede abordarse desde puntos de vista unilaterales ni estudiarse dentro de una torre de marfil de aislacionismo sectario o pedante [Pero] es necesario entender que no está cumplido el deber fundamental con el simple hecho de pedir la opinión ajena. Sería una simple farsa si no se llegara a la otra etapa que es la verdaderamente importante, de atender las sugerencias que se hagan, de no echar en cesto de los papeles las respuestas que se envían, de no despreciar la opinión que exprese el pensamiento ajeno. Creemos que no es el mejor sistema el de la encuesta que ha utilizado en la presente oportunidad el MEN. Porque no es posible obtener verdaderos resultados, con respuesta aisladas.
Desde el periódico El Grafico, el partido socialcristiano requirió enérgicamente que el MEN diera a conocer con suficiente antelación el Proyecto a discutir con la finalidad de percibir las intensiones del mismo y los propósitos político de los redactores, los sectores conservadores ante el hecho mantenían múltiples reservas y estaban muy atentos ante la imposición de lo que denominaban "revolución democrático burguesa de orientación popular".
Como se puede entender, conocido el Proyecto de Ley de Educación Nacional, el partido COPEI opinó que tenia ante a si la las bases que construirían un Estado totalitario utilizando la educación. Posteriormente se revela un Estado de desacierto, comienza nuevamente como en 1946 un fuerte debate contra la ley por ser considerada como un manual impuesto en tiempos de postguerra. En el Congreso Nacional se expreso el Dr. Prieto al ser interpelado por los diputados Barrios y Mora con relación a ideologización que pudiese estar presente el proyecto de Ley de educación:
Cuando nosotros hablamos en la Memorias de Educación de la necesidad de formar una conciencia unitaria en el Magisterio, esto expresa que es necesario crear ideales comunes, porque solamente con ideales comunes se forja una patria, y los maestros deben ser los primeros forjadores de la conciencia nacional. No puede hacerse patria cuando los maestros, encargados de forjar en la conciencia de los niños el sentimiento de la nacionalidad, están en desacuerdo con lo esa nacionalidad significa y con lo que deben ser el destino futuro de la nación.
Además, en lo que se refiere al bienestar del educador se advertían también contrariedades las medidas de protección y las garantías estaban siendo discriminadas, señala Rafael Tovar al Ministro Prieto: habrá necesidad de descontar como en los balances deficitarios los cientos y cientos de maestros: los miles y miles de niños, de estudiantes, que tienen muy presente en su cartera de acreencias, una factura que esta por ser cobrada al Ministerio de Educación.
El espacio para confrontación ideológica fue corto, y así lo había expresado Tovar, Bien clara esta la forma de actuación del Gobierno presente, estando en –coma-, parece estar o querer no acercarse a su punto final marcado por el Régimen Constitucional y pocos meses luego de esta premonición mortal, el 24 de noviembre de 1948, ocurre un nuevo golpe en el país es derrocado Don Rómulo Gallegos y este es llevado a la escuela Militar donde permaneció hasta el 5 de diciembre, fecha en que es expulsado a la Habana, Cuba. En eso días pudo el Dr. Humberto García Arocha, su amigo personal y ex Ministro de Educación, atenderlo como médico y cumplir con un importante encargo del preso en cautiverio, acerca de las razones que condujeron a la crisis del 24 de noviembre y sus factores civiles y militares. El Documento se transcribió y se reprodujo en el instituto de Medicina Experimental. Observemos a continuación una imagen de la campaña de Gallegos con su consigna.
En consecuencia y como resultado del proceso llevado a cabo por los partidarios del partido del Acción Democrática el Dr. Laureano Vallenilla Lanz comento:
Durante el lustro comprendido entre 1941 y 1946, Acción Democrática represento el deseo mayoritario de una nación cansada de cuarenta años de hegemonía regional. El venezolano aspiraba a un cambio que democratizara las instituciones y facilitara a un más crecido número de ciudadanos, al acceso a la función pública, en igualdad de condiciones. Los desengaños vinieron después y ya a mediados de 1948, el régimen aparentemente presidido por el ilustre Rómulo Gallegos, contaba con respaldo de opinión. Se había efectuado la ruptura, sin acomodo posible, entre el gobierno y el habitante, que empezó a mirar del lado de las Fuerzas Armadas como única solución viables del problema. Era el caso de la divorciada, en busca de nuevo marido.
Se conformo una nueva Junta Militar integrada por Carlos Delgado Chalbaud, Luis Felipe Llovera Páez y Marcos Pérez Jiménez, que negaron que se instauraría una dictadura. Prometieron un gobierno con personas independientes y sin discriminación de ideología o partidos político, sin embargo, a partir de un tiempo muy breve se decreto la disolución del partido nacional, se disolvió el Congreso, Asambleas y Consejos Municipales, la Confederación de trabajadores de Venezuela y la casi totalidad de los dirigentes de la socialdemocracia y miembros de gobierno de Gallegos fueron detenido en pocos días. A la cárcel Modelo fueron enviados Luis Beltrán Prieto Figueroa, Alberto Carnevali, Valmore Rodríguez, Ricardo Montilla, Juan Pablo Pérez Alfonso, entre otros.
Consideraciones finales
La información recabada en torno al insigne Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa permite revisar la historia socioeducativa de tan insigne pensador Venezolano.